El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, anunció nuevas restricciones para la contratación de trabajadores extranjeros temporales, instando a las empresas a priorizar la contratación de nacionales canadienses. Estas medidas responden a las críticas recibidas por la reciente afluencia de trabajadores extranjeros, especialmente aquellos con salarios bajos, y buscan reducir la dependencia de mano de obra extranjera en sectores no esenciales.
Trudeau explicó que las reglas más flexibles introducidas durante la pandemia, destinadas a aliviar la escasez de mano de obra, ya no son necesarias en la situación económica actual. A partir del 26 de septiembre, se implementarán nuevas restricciones, incluyendo el rechazo de solicitudes para trabajadores extranjeros temporales en regiones con una tasa de desempleo del 6% o más, y la limitación de estos trabajadores al 10% de la fuerza laboral en lugar del 20%. Además, el periodo de empleo para estos trabajadores se reducirá a un máximo de un año.
El gobierno también está considerando la posibilidad de ajustar sus objetivos de inmigración para residentes permanentes. Aunque se mantendrán algunas excepciones para sectores críticos como la atención médica y la construcción, estas medidas representan un esfuerzo por reducir la cantidad de mano de obra extranjera barata en un momento en que la economía canadiense enfrenta desafíos como el aumento del desempleo y la desaceleración del crecimiento económico.