El Gobierno búlgaro investiga la posible participación de una empresa con sede en Sofía en la venta de buscapersonas explosivos al grupo chií Hezbolá, responsables de un atentado que el martes dejó nueve muertos.
La agencia de seguridad nacional DANS ha confirmado que la Agencia Tributaria y el Ministerio del Interior están analizando la implicación de la compañía en el suministro de estos dispositivos.
A pesar de las indagaciones, DANS ha desmentido que los equipos hayan estado en Bulgaria, aclarando que “no se han realizado operaciones aduaneras” relacionadas con estos productos, en respuesta a reportes del portal húngaro Telex.
Este medio informó que Norta Global Ltd., ubicada en la capital búlgara, fue la responsable de importar los buscapersonas desde Taiwán.
La situación complica aún más la investigación sobre el origen de los dispositivos utilizados por Hezbolá, catalogado como grupo terrorista por la Unión Europea.
La empresa taiwanesa Gold Apollo, distribuidora de los equipos, afirmó que los modelos que estallaron fueron diseñados y fabricados bajo licencia por BAC, una firma húngara.
El Gobierno de Hungría aclaró que BAC actúa solo como intermediaria y no tiene instalaciones de producción en su territorio, asegurando que los dispositivos nunca estuvieron en Hungría.
Sin embargo, Telex cita a fuentes vinculadas al caso que indican que, aunque BAC firmó un contrato con la taiwanesa, Norta Global Ltd. fue la que importó y vendió los aparatos a Hezbolá.
Norta Global Ltd. se especializa en “servicios de consultoría de gestión”, según los registros empresariales. En el ataque del martes, además de los nueve muertos, alrededor de 3,000 personas resultaron heridas, y diversas fuentes apuntan a Israel como el responsable de los ataques.
Expertos de inteligencia israelíes declararon al New York Times que los preparativos para esta operación se remontan a años atrás, involucrando la creación de empresas pantalla, entre las que podría estar BAC, fundada en 2022.