Nepal enfrenta una crisis devastadora tras intensas lluvias que han causado inundaciones en la capital, Katmandú, y otras regiones del país. Según un nuevo balance del ministerio del Interior, al menos 170 personas han perdido la vida, mientras que 42 continúan desaparecidas.
Desde el pasado viernes, grandes áreas del este y centro de Nepal se han visto afectadas por inundaciones, incluyendo barrios completos de Katmandú. Los ríos se desbordaron, generando graves daños y tragedias humanas. Anteriormente, el número de víctimas reportadas era de 148 muertos y 59 desaparecidos.
Algunos damnificados se han refugiado en los techos de los edificios, mientras que otros luchan por avanzar en el agua fangosa. Mahamad Shabuddin, propietario de un taller de motos, describió la situación: "Da miedo. Nunca vi tamaña destrucción."
La inundación ha afectado gravemente la infraestructura, con al menos 35 de las víctimas atrapadas en vehículos enterrados por un deslizamiento de tierra en una carretera al sur de Katmandú.
Más de 3,000 personas participan en las labores de rescate, apoyadas por helicópteros y botes, logrando rescatar a más de 3,000 damnificados. Bishnu Maya Shrestha, una sobreviviente, relató cómo tuvo que romper el techo de su casa para escapar.
El valle de Katmandú ha registrado 240 milímetros de lluvia en solo 24 horas, la cifra más alta desde al menos 1970. Según la agencia meteorológica nepalí, 14 distritos han medido precipitaciones récord durante este periodo. En el aeropuerto de Katmandú, las lluvias alcanzaron niveles no vistos desde 2002.
Los monzones, que ocurren anualmente de junio a septiembre, suelen traer consigo muertes y destrucción en el sureste asiático. Sin embargo, el número de inundaciones y deslizamientos ha aumentado en los últimos años, un fenómeno que los expertos atribuyen al cambio climático, que ha incrementado la frecuencia y severidad de estos eventos.