La Oficina de la Coordinadora Especial de las Naciones Unidas para Líbano ha solicitado este martes una solución urgente y negociada para restaurar la seguridad en la Línea Azul, la frontera entre Líbano e Israel, ante el aumento de la violencia en la región.
En colaboración con la Fuerza Provisional de la ONU en Líbano (FINUL), la oficina emitió un comunicado señalando que, a un año de la ofensiva israelí contra Gaza, "la única vía para garantizar la seguridad de los civiles a ambos lados de la frontera es mediante el diálogo".
El texto enfatiza que "cada misil o bomba lanzada aleja a las partes de cumplir con la resolución 1701 de la ONU, la cual es clave para proteger a la población".
El comunicado advierte que el incremento de la violencia no resolverá los problemas ni traerá seguridad duradera.
De hecho, hace un año que los enfrentamientos se intensificaron cuando Hezbolá disparó cohetes hacia las Granjas de Shebaa, violando el alto al fuego y la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Durante este año, según la ONU, la violencia ha causado un devastador número de víctimas, dejando a los civiles en ambos lados sin estabilidad ni seguridad.
Pese a los constantes llamados a la moderación y al respeto del Derecho Internacional, estos han sido ignorados, lo que ha provocado una grave crisis humanitaria.
La escalada militar, con bombardeos y ataques diarios entre Israel y Hezbolá, ha generado incontables muertos, heridos y cientos de miles de desplazados, agravando la situación en la región.