Hezbolá advirtió este martes sobre la posibilidad de realizar ataques en "todo" Israel, en respuesta a los bombardeos israelíes que han aumentado en bastiones del movimiento proiraní y otras áreas de Líbano.
Naim Qasem, número dos de Hezbolá, afirmó en un discurso que la única solución para poner fin a la guerra en Líbano es un "alto el fuego", insistiendo en que su movimiento no será "derrotado".
Qasem argumentó que, dado que Israel ha atacado "todo Líbano", Hezbolá tiene el derecho a atacar "cualquier lugar" dentro de Israel, ya sea en el centro, norte o sur.
Este conflicto ha escalado tras casi un año de enfrentamientos en la frontera entre Israel y Líbano, y después de que el ejército israelí debilitara a Hamás en Gaza.
Desde mediados de septiembre, las fuerzas israelíes han dirigido su atención hacia Líbano, intensificando los ataques contra posiciones chiitas.
El objetivo de Israel es desalojar a Hezbolá de las regiones fronterizas y poner fin al lanzamiento de cohetes, permitiendo así el regreso a sus hogares de aproximadamente 60,000 israelíes desplazados.
Desde el 23 de septiembre, el ejército israelí ha llevado a cabo una fuerte campaña de bombardeos aéreos y una ofensiva terrestre en el sur de Líbano.
El primer ministro libanés, Najib Mikati, informó a la AFP que Israel está realizando "breves incursiones" en el sur de Líbano, y que su gobierno está dispuesto a reforzar las tropas en la frontera si se logra un "alto el fuego".
Además, Mikati mencionó que han aumentado las medidas de seguridad en el aeropuerto internacional de Beirut para eliminar cualquier justificación que Israel tenga para atacarlo.
Israel, por su parte, ha acusado a Irán de intentar suministrar armas a Hezbolá a través de este aeropuerto, aunque las autoridades libanesas han negado estas afirmaciones.
Recientemente, el ejército israelí llevó a cabo varios ataques en el sur de Líbano y en la región de Becá, dejando inoperativo un hospital en Baalbeck, según la agencia de noticias ANI. Un residente de Baalbeck describió la situación como "una noche violenta, la más intensa desde la guerra de 2006".
La ONU también ha exigido una investigación sobre un bombardeo israelí en la aldea cristiana de Aito, que resultó en 22 muertes, incluidas 12 mujeres y dos niños.
Según el Ministerio de Salud de Líbano, los bombardeos del lunes causaron un total de 41 muertes y 124 heridos. Desde el 23 de septiembre, al menos 1,356 personas han perdido la vida en Líbano, y se reportan cerca de 700,000 desplazados.
A pesar de los enfrentamientos, la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en Líbano (FINUL) ha decidido mantener sus posiciones, pese a los ataques israelíes.
Hezbolá, por su parte, informó que ha lanzado cohetes hacia Haifa y otras áreas del norte de Israel y que ha estado involucrado en combates con soldados israelíes en el sur de Líbano, afirmando haber incendiado equipos militares enemigos.