El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció el inicio de la fabricación en serie del nuevo misil balístico ‘Oreshnik’, que las fuerzas rusas emplearon la semana pasada para lanzar un ataque sobre Ucrania.
Según Putin, un ataque masivo con este tipo de misiles tendría efectos comparables a los de una bomba nuclear.
Durante su intervención en un foro de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) en Kazajistán, el mandatario justificó el fortalecimiento de las capacidades bélicas de Rusia ante lo que considera amenazas provenientes de los países occidentales.
Según el presidente ruso, Moscú conoce cuántos misiles de largo alcance ha recibido Kiev y cuántos le llegarán próximamente, así como las posiciones de todos ellos.
El uso del ‘Oreshnik’ fue justificado por el presidente ruso como una respuesta a los ataques de misiles occidentales lanzados por Ucrania sobre territorio ruso. Este argumento también sirvió como base para el reciente ataque a gran escala contra infraestructuras energéticas ucranianas.
“Los ataques por nuestra parte son una respuesta a los actuales ataques sobre territorio ruso con misiles estadounidense ATACMS. Como he dicho en otras ocasiones, siempre responderemos", advirtió.
Además, Putin aseguró que Rusia continuará utilizando el nuevo misil balístico y ampliando su arsenal militar, que ya produce a un ritmo "diez veces mayor" que el de todos los países de la OTAN.
Se prevé que la capacidad de producción rusa aumente entre un 25% y un 30% para el próximo año, según fuentes rusas.