El Ejército de Israel negó que sus tropas estén llevando a cabo avances hacia Damasco, asegurando que sus fuerzas se encuentran dentro de la "zona de amortiguación" y en posiciones defensivas cercanas a la frontera con Siria.
Esta aclaración se produjo después de que el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos afirmara que las fuerzas israelíes se encontraban a unos 25 kilómetros de la capital siria.
El portavoz del Ejército israelí, Avichai Adrai, calificó de "completamente falsos" los informes sobre el acercamiento de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a Damasco. En un breve comunicado, explicó que las tropas están desplegadas en la zona de amortiguación con el fin de proteger las fronteras israelíes.
Esta declaración llega tras las afirmaciones del Observatorio Sirio, con sede en Londres, que reportaron que las tropas israelíes habían penetrado más en territorio sirio, llegando a las localidades de Ain al Tina y Ain al Alika, cerca de Hadar, y a solo 25 kilómetros de Damasco.
Además, el Observatorio reportó más de 300 bombardeos israelíes desde el domingo, incluyendo ataques a "empresas de defensa" en Alepo y "almacenes de armas" en la capital siria y otras zonas cercanas.
Israel, a través de su ministro de Defensa, Israel Katz, también ordenó reforzar el control sobre la zona de amortiguación en los Altos del Golán y eliminar "armas estratégicas" en Siria para evitar que cayeran en manos de grupos hostiles.
Este enfoque responde a la intensificación de la ofensiva en Siria, iniciada en noviembre por el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS), que ha permitido la caída de Damasco y el fin del régimen de Bashar al Assad.
Por otro lado, la Fuerza de Naciones Unidas de Observación de la Separación (FNUOS) recordó a Israel que cualquier entrada de sus tropas en la zona de amortiguación, en los Altos del Golán, constituye una violación del acuerdo de retirada de 1974.
Los Altos del Golán, ocupados por Israel desde la Guerra de los Seis Días de 1967, fueron anexados en 1981, una acción no reconocida internacionalmente, aunque el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que estos territorios siempre serán parte de Israel.