El Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia anunció este miércoles la detención del presunto autor material del atentado con bomba que el martes resultó en la muerte del teniente general Igor Kirillov, jefe de la defensa radiológica, química y biológica de Rusia, en Moscú.

Según el FSB, el detenido es un ciudadano uzbeko nacido en 1995, cuya identidad no ha sido revelada, y que habría confesado haber sido reclutado por los servicios secretos de Ucrania.

El detenido viajó a Moscú a solicitud de sus reclutadores ucranianos, quienes le entregaron un artefacto explosivo de alta potencia. Lo ocultó en un patinete eléctrico, que colocó junto a la entrada del edificio donde residía Kirillov.

Para seguir los movimientos del general, alquiló un coche compartido e instaló una cámara wifi que transmitía en vivo las imágenes a los organizadores del atentado en la ciudad ucraniana de Dnipró.

Una vez que el detenido vio a los militares salir del edificio, activó a distancia la explosión, causando la muerte de Kirillov y su ayudante. Según el FSB, los servicios secretos ucranianos ofrecieron al detenido 100,000 dólares y la posibilidad de residir en un país de la Unión Europea.

Por su parte, los servicios especiales de Ucrania reivindicaron la autoría del atentado, señalando que Kirillov era un “criminal de guerra” y un “objetivo legítimo”.

Según Ucrania, el general ruso fue responsable de ordenar el uso de armas químicas prohibidas contra su ejército. Esta acusación había sido planteada previamente por la fiscalía ucraniana, aunque Rusia la ha negado.

Kirillov, quien estuvo al frente de la defensa radiológica, química y biológica de Rusia desde 2017, era conocido por sus declaraciones sobre los supuestos laboratorios biológicos estadounidenses en Ucrania.

En octubre, el Reino Unido sancionó a Kirillov y a las fuerzas de protección nuclear rusas por su implicación en el uso de agentes antidisturbios y de la cloropicrina, un agente asfixiante tóxico.

El vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, advirtió que los responsables del asesinato de Kirillov enfrentarán una venganza inminente, acusando a los dirigentes ucranianos de recurrir a “ataques cobardes” en ciudades pacíficas debido a la “inevitabilidad” de su derrota militar.