Las autoridades de Corea del Sur arrestaron al destituido presidente Yoon Suk Yeol luego de un prolongado intento por acceder a su residencia en Seúl.
A las 10:33 horas locales, investigadores lograron ingresar al edificio y arrestaron al ex mandatario, quien aceptó finalmente presentarse ante la oficina anticorrupción que lo investiga.
Minutos antes de la detención, su equipo legal había informado que Yoon se presentaría voluntariamente ante la agencia anticorrupción.
La ejecución de la orden de arresto fue coordinada sin esperar una entrega espontánea, según la agencia de noticias Yonhap.
Este arresto se produjo tras un primer intento fallido el 3 de enero, cuando seguidores de Yoon, junto con su equipo de seguridad, impidieron la entrada de los agentes al inmueble, desatando disturbios.
Yoon enfrenta cargos por insurrección y abuso de poder, relacionados con la fallida ley marcial que él mismo decretó el 3 de diciembre pasado, lo que provocó una grave crisis política en el país. A pesar de las tres citaciones judiciales previas, se negó a comparecer ante las autoridades.