Las autoridades nicaragüenses informaron ayer sobre la detección de 30 casos del gusano barrenador en humanos, lo que ha generado una alerta sanitaria animal desde abril de 2024.
Según el director del Instituto de Protección y Sanidad Agropecuaria (IPSA), Ricardo Somarriba, hasta el momento se han registrado 16,938 casos de la plaga, de los cuales 30 corresponden a humanos.
Somarriba explicó que, junto al Ministerio de Salud, se realizan análisis rápidos y, cuando es necesario, se extraen los gusanos de las heridas de los afectados.
El gusano barrenador, causado por las larvas de la mosca Cochliomyia hominivorax, pone sus huevos en heridas abiertas de animales y humanos, y sus larvas se alimentan del tejido vivo, causando dolor y daño.
De los 16,938 casos reportados, la mayoría se han dado en ganado bovino (8,588), porcino (6,739), y en menor cantidad en caninos, equinos, ovinos, caprinos, aves y conejos.
La plaga ha afectado principalmente a fincas en los departamentos de Río San Juan, Rivas y la Región Autónoma de la Costa Caribe Sur, zonas cercanas a la frontera con Costa Rica, de donde se cree que ingresó el parásito a Nicaragua.
Además, la plaga ha avanzado hacia otras regiones del país, como el Pacífico (Granada, Carazo, Masaya, Managua, León y Chinandega) y el norte (Matagalpa, Jinotega, Estelí, Nueva Segovia y Madriz), donde se mantiene una vigilancia epidemiológica constante.
El IPSA ha visitado más de 55,000 fincas y 9,800 viviendas, inspeccionando 1.39 millones de animales. Hasta el momento, se han curado heridas en 157,488 animales donde la mosca pone los huevos.
Ante la situación, el Gobierno de Estados Unidos ha destinado 110 millones de dólares para ayudar a controlar la propagación del gusano barrenador en Centroamérica.
En abril de 2024, Nicaragua declaró una alerta sanitaria animal por la presencia de la plaga, que afecta a todas las especies de sangre caliente, incluidos los seres humanos.