Este domingo, Amnistía Internacional hizo un llamado a las autoridades rusas para que respondan por la muerte del opositor ruso Alexei Navalni, a un año de su fallecimiento bajo custodia en Moscú.
Navalni, quien murió el 16 de febrero de 2024 mientras cumplía una condena de casi 30 años por “extremismo y fraude”, denunció que su condena fue el resultado de una persecución política impulsada por el presidente Vladimir Putin.
El activista de 47 años, detenido en enero de 2021 tras regresar a Moscú desde Berlín, donde se recuperaba de un envenenamiento que él y gobiernos occidentales atribuyeron al servicio de seguridad ruso, formaba parte de la lista de individuos y organizaciones vinculados al extremismo en Rusia.
Moscú rechazó las críticas sobre su muerte y pidió esperar los resultados oficiales de la autopsia. Sergei Narishkin, director del Servicio de Inteligencia Exterior ruso, atribuyó el deceso a “causas naturales”.
A un año de su muerte, Amnistía Internacional continúa exigiendo justicia para Navalni y su legado. La secretaria general de la organización, Agnès Callamard, subrayó que “no van a desaparecer” las preguntas sobre su muerte ni las demandas de rendición de cuentas.
“El Kremlin se equivoca al dar por sentado que el recuerdo de Alexei se desvanecerá y se podrá eludir la investigación exhaustiva de su muerte. Nuestra determinación en favor de la justicia sigue siendo tan firme como siempre”, agregó.
Callamard también pidió una investigación realizada por expertos internacionales imparciales, instando al mundo a no permitir que se evada.
Amnistía elogió a Navalni, quien representaba “la valentía” y el “optimismo” al unir a miles de personas en oposición a los abusos del poder y las violaciones de derechos humanos.
La ONG destacó que el activista desafió un statu quo de represión y silenciamiento político en Rusia, y que, incluso después de su muerte, su legado de resistencia sigue inspirando a aquellos que luchan por un futuro mejor.
Además, Amnistía Internacional recordó a personas como Antonina Favorskaya, Sergei Karelin y Konstantin Gabov, detenidos por trabajar en proyectos de medios de comunicación vinculados a Navalni, y condenó el enjuiciamiento penal de sus abogados, Aleksei Lipster, Vadim Kobzev e Igor Sergunin, encarcelados por “defender a su cliente”.
La organización instó a la liberación inmediata de los abogados y pidió a la comunidad internacional que aumente la presión sobre el gobierno ruso para poner fin a estos y otros enjuiciamientos de motivación política.