Este viernes, Mark Carney asumió oficialmente el cargo de primer ministro de Canadá en una ceremonia celebrada en Ottawa, convirtiéndose en el 24º líder del país.
La toma de posesión de Carney se produjo después de la renuncia de Justin Trudeau, quien se reunió en privado con la gobernadora general, Mary Simon, para formalizar su salida tras más de nueve años al frente del gobierno.
Junto a Carney, los miembros de su nuevo gabinete también prestaron juramento, manteniendo a varios ministros del gobierno saliente de Trudeau.
A pesar de los desafíos que enfrenta Canadá en este periodo, Carney, un economista con vasta experiencia en tiempos de crisis, asume el liderazgo en un contexto delicado para el país, marcado por la creciente tensión con el presidente estadounidense Donald Trump y la guerra comercial entre ambos países.
Con una sólida trayectoria como exgobernador de los bancos centrales de Canadá e Inglaterra, Carney enfrenta un reto inmediato: conseguir la victoria en las próximas elecciones generales, las cuales podrían celebrarse antes del otoño.
Aunque la herencia política de Trudeau podría haber resultado complicada, los recientes resultados favorables del Partido Liberal en las encuestas, impulsados por los ataques de Trump, brindan cierto margen de maniobra al nuevo primer ministro.
Carney, nacido hace 59 años en Fort Smith, Canadá, y criado en Edmonton, tiene una formación académica destacada. Se graduó en Economía en la Universidad de Harvard en 1988 y completó su maestría y doctorado en la Universidad de Oxford.
Su carrera profesional despegó en 2008 cuando asumió el cargo de gobernador del Banco de Canadá, siendo el más joven de los gobernadores de los bancos centrales del G7. Su gestión durante la crisis financiera global fue clave para que Canadá evitara los peores efectos de la recesión.
En 2013, Carney dejó el Banco de Canadá para dirigir el Banco de Inglaterra, donde enfrentó retos como el Brexit y la pandemia de COVID-19. Tras su salida de la entidad británica en 2020, fue nombrado presidente de Brookfield Asset Management y enviado especial de la ONU para la Acción Climática y Finanzas.
El primer gran desafío de Carney como primer ministro será enfrentar las amenazas de Trump, cuyos aranceles podrían provocar una recesión en Canadá. A pesar de la presión, Carney ha expresado que está preparado para hacer frente a este reto y liderar al país en este momento crucial de su historia.