El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles una pausa de 90 días en la aplicación de aranceles para los países que no han respondido con represalias a su política comercial.
Esta decisión llega una semana después de que revelara los aranceles que impondría a las naciones que, según él, han “perjudicado” a Estados Unidos con impuestos y medidas comerciales y no comerciales.
La mayoría de los socios comerciales de Estados Unidos fueron incluidos en el nuevo esquema arancelario, con una base general del 10%. Entre las reacciones, China expresó su rechazo anunciando medidas en respuesta.
El gobierno chino decidió incrementar de forma significativa las tarifas sobre productos estadounidenses importados, elevándolas del 34% al 84% a partir del jueves, como reacción a los aranceles “recíprocos” de Washington.
Trump justificó su decisión explicando que más de 75 países han buscado negociar con Estados Unidos y que “no han tomado represalias de ninguna manera contra Estados Unidos”.
"He autorizado una PAUSA de 90 días y una reducción sustancial del arancel recíproco durante este periodo, del 10 %, también con efecto inmediato", declaró el mandatario en su red social Truth Social.
En contraste, el presidente decidió endurecer su postura contra China, subiendo de forma inmediata los aranceles hasta el 125 %, al considerar que la respuesta de Pekín fue una “falta de respeto”.
Durante una reunión con el Comité Republicano, Trump ironizó sobre la actitud de los países que buscan llegar a un acuerdo con su gobierno:
“Estos países nos están llamando. Me están besando el trasero. Se mueren por llegar a un acuerdo”, aseguró el mandatario.
La guerra comercial se intensificó desde la semana pasada, cuando Trump anunció un arancel del 10% aplicable a casi todos los países, con tasas adicionales para algunos, como la Unión Europea, que enfrenta ahora un gravamen total del 20 %.
Los primeros aranceles del 10% entraron en vigor el sábado, mientras que los adicionales se aplicaron desde este miércoles.