Las autoridades griegas informaron que este lunes por la mañana fueron rescatados 39 sobrevivientes y encontrados los cuerpos de dos mujeres en la isla de Farmakonisi, ubicada en el mar Egeo, tras el hundimiento de lo que se cree fue un barco con migrantes a bordo.
La Guardia Costera de Grecia detalló que los migrantes y los cuerpos fueron localizados en la remota isla, aunque la embarcación utilizada para el viaje no ha sido hallada.
A pesar de los esfuerzos de rescate, no se han recibido informes de personas desaparecidas ni se ha revelado información sobre las nacionalidades de los sobrevivientes o de las víctimas. Las circunstancias exactas del naufragio aún son inciertas.
Este incidente sigue a otros similares ocurridos a principios de este mes, cuando al menos 16 personas perdieron la vida tras el hundimiento de dos embarcaciones en aguas turcas y griegas, mientras intentaban alcanzar las islas griegas desde la costa turca.
Grecia continúa siendo una ruta clave para quienes huyen de la pobreza y los conflictos en el Medio Oriente, África y Asia.
Muchos migrantes emprenden viajes peligrosos en embarcaciones pequeñas y precarias, a menudo en condiciones meteorológicas adversas, lo que aumenta el riesgo de tragedias en el mar. Estos naufragios mortales son un problema recurrente en la región.
Ante esta situación, el gobierno griego ha reforzado las patrullas marítimas y aumentado la vigilancia en sus fronteras. Las redes de tráfico de personas también han cambiado de estrategias, utilizando barcos más grandes para trasladar migrantes desde el norte de África hacia el sur de Grecia.
Según la Agencia de la ONU para los Refugiados, en 2024 más de 54 mil personas llegaron a Grecia por la ruta del Mediterráneo Oriental, y más de 7 mil 700 cruzaron por tierra desde Turquía.
Este año, entre enero y marzo, más de 8 mil migrantes arribaron por mar y 755 por tierra. La tragedia continúa, con al menos 125 muertes o desapariciones registradas en 2024.