El papa Francisco falleció este lunes a las 7:35 horas en su residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano, a los 88 años. En horario del centro de México, su muerte ocurrió a las 23:35 horas del domingo.
La noticia fue anunciada por el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrel, en un videomensaje acompañado por los cardenales Pietro Parolin y Edgar Peña Parra.
“Con profundo dolor tengo que anunciar que el papa Francisco ha muerto (...) su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de su Iglesia, especialmente a favor de los más pobres y marginados”, expresó Farrel. También pidió encomendar su alma “al amor misericordioso de Dios Uno y Trino”.
La transmisión, realizada desde la capilla de la Casa Santa Marta, fue informada a los periodistas acreditados mediante un mensaje en Telegram a las 9:45 horas. Durante el anuncio, los altos representantes vaticanos lucían serios y vestidos de luto.
Farrel, como camarlengo, queda a cargo del proceso de Sede Vacante, el periodo entre la muerte de un papa y la elección de su sucesor.
Las causas del fallecimiento se darán a conocer esta tarde, tras la realización del rito de la constatación. A las 20:00 horas (12:00 del mediodía en México) se llevará a cabo el ritual y el cuerpo será colocado en un ataúd en la misma capilla.
El domingo, Francisco se había mostrado en público desde el balcón central de la basílica de San Pedro para la bendición Urbi et Orbi.
Aunque no participó en los ritos de Semana Santa por motivos de salud —se recuperaba de una neumonía bilateral que lo mantuvo 38 días hospitalizado—, ofreció un mensaje de Pascua leído por el maestro de ceremonias, Diego Ravelli, ante unas 50 mil personas.
El pontífice, en silla de ruedas y sin cánulas de oxígeno, recorrió la plaza en papamóvil y bendijo a varios niños, aunque con visibles dificultades físicas.
Ese mismo día también recibió brevemente al vicepresidente de Estados Unidos, JD Vance, con quien intercambió saludos por la Pascua.
En su mensaje pascual, Francisco condenó la violencia en el mundo, el antisemitismo creciente y la crisis en Gaza, además de los ataques contra hospitales y trabajadores humanitarios. Pidió el fin de los conflictos, la liberación de rehenes y el apoyo urgente a quienes sufren.
“La paz tampoco es posible sin un verdadero desarme”, afirmó, llamando a los gobiernos a destinar recursos al combate del hambre y al desarrollo.
El papa Francisco, primer pontífice latinoamericano, será recordado por su cercanía con los más necesitados, su firme voz en favor de la paz y su incansable llamado a la fraternidad.