Cuando un Papa muere o renuncia, comienza un proceso solemne y meticulosamente organizado que tiene siglos de antigüedad.
Este periodo es conocido como “sede vacante”, y da paso a una serie de rituales y normas precisas que rigen la transición del liderazgo de la Iglesia Católica, que cuenta con más de 1,300 millones de fieles en todo el mundo.
¿Quién toma el control temporal?
La primera figura clave es el camarlengo, quien certifica oficialmente la muerte del Papa y sella su apartamento.
También se encarga de gestionar las funciones administrativas y financieras del Vaticano hasta que se elija a un nuevo pontífice. Actualmente, ese cargo lo ocupa el cardenal Kevin Farrell, de origen irlandés y nacionalidad estadounidense.
Durante este tiempo, la mayoría de los altos funcionarios del Vaticano cesan sus funciones, aunque algunos, como el ministro de Relaciones Exteriores y el maestro de ceremonias litúrgicas, permanecen en sus cargos para apoyar el desarrollo del cónclave.
Los pasos tras la muerte del Papa
Tras la confirmación de la muerte, el cuerpo del Papa es trasladado a la Basílica de San Pedro para que el público pueda rendirle homenaje. Luego se celebra el funeral entre el cuarto y sexto día tras su fallecimiento. Posteriormente, se realiza un luto oficial de nueve días conocido como novendiali.
Durante este tiempo, los cardenales llegan desde todas partes del mundo. El cónclave para elegir al nuevo Papa comienza entre 15 y 20 días después del inicio de la sede vacante, aunque puede adelantarse si todos los cardenales están presentes.
¿Quiénes pueden votar?
Solo los cardenales menores de 80 años tienen derecho a voto, con un límite máximo de 120 electores. Aunque hay cardenales mayores de esa edad, solo pueden participar en las reuniones previas conocidas como congregaciones generales, donde se analizan temas importantes de la Iglesia.
¿Cómo es el proceso de elección?
La elección se realiza en la Capilla Sixtina, bajo estrictas normas de confidencialidad.
Cada cardenal escribe su voto en una papeleta que dice “Elijo como Sumo Pontífice”, coloca el nombre de su elegido, la dobla y la deposita en una urna tras jurar que su decisión ha sido tomada con rectitud.
Tres cardenales escrutadores revisan y cuentan las papeletas. Si ningún candidato logra la mayoría de dos tercios, se realizan nuevas votaciones, hasta cuatro por día. Después de cada ronda sin resultado, las papeletas se perforan con aguja e hilo, se anudan y se queman.
El humo resultante de esta quema se convierte en la señal al mundo: negro si no hay Papa, blanco si uno ha sido elegido. Se utilizan productos químicos para asegurar la claridad del color. Además, se hacen sonar las campanas para confirmar la elección.
El secreto absoluto del cónclave
Las deliberaciones y votaciones del cónclave son estrictamente confidenciales. Todos los participantes deben prestar un juramento de secreto perpetuo.
Revelar cualquier detalle está penado con la excomunión automática, una medida reforzada por el Papa Benedicto XVI.
¿Quiénes podrían ser los próximos papas?
Aunque técnicamente cualquier varón católico bautizado puede ser elegido, desde 1378 todos los papas han sido cardenales. Algunos de los nombres más mencionados como posibles sucesores incluyen:
● Cardenal Pietro Parolin (Italia, 70 años): Secretario de Estado del Vaticano y diplomático con gran experiencia.
● Cardenal Marc Ouellet (Canadá, 80 años): Dirigió la oficina de obispos entre 2010 y 2023. Figura reconocida en el sector conservador.
● Cardenal Christoph Schoenborn (Austria, 80 años): Arzobispo de Viena, fue alumno del papa Benedicto XVI y es valorado entre los sectores más tradicionales.
● Cardenal Luis Antonio Tagle (Filipinas, 67 años): Nombrado por el papa Francisco para liderar la oficina misionera del Vaticano. Representa el rostro del catolicismo en Asia.
● Cardenal Matteo Zuppi (Italia, 69 años): Cercano al papa Francisco y presidente de la conferencia episcopal italiana. Es considerado una figura de continuidad pastoral.
● Cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson (Ghana, 76 años): Fue jefe del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz y hoy dirige dos academias pontificias. Con una larga trayectoria pastoral y académica, es considerado posible primer papa del África subsahariana.
¿Cómo se anuncia al nuevo Papa?
Cuando finalmente se alcanza la mayoría necesaria y el elegido acepta, el humo blanco se eleva desde la Capilla Sixtina.
Poco después, el nuevo Papa es presentado desde el balcón de la Basílica de San Pedro con la tradicional frase en latín: “Habemus Papam”.
Entonces, el nuevo líder espiritual de la Iglesia Católica da su primera bendición al mundo.