Los excesos cometidos por el anterior gobernador gracias al control que ejercicio del Congreso local poco a poco comienzan a corregirse.
No es una tarea fácil, pues prácticamente en todos los aspectos de la vida pública se aprobaron reformas para entorpecer a la siguiente administración y favorecer a los amigos del ex gobernador de triste recuerdo.
Por lo pronto, la barbaridad de dale una pensión adicional vitalicia los tres principales fiscales de la entidad y otros beneficios inmerecidos ha quedado sin efecto.
Falta mucho por hacer pero debe hacerse a fin de corregir los excesos pero también para someter a proceso a todos aquellos que se aprovecharon de los recursos públicos y hoy viven una vida cómoda mientras los morelenses reciben las consecuencias del saqueo.