“Los Pelones” presuntamente fueron contactados vía telefónica por el capo a fin de que liberaran el acceso al complejo por la avenida Domingo Diez, donde elementos de la Secretaría de Marina custodiaban, mientras el equipo especial bajaba a rappel de helicópteros para capturar al llamado “Jefe de Jefes”.
Un reporte federal relacionado con el expediente 394/2009 detalla que “Los Pelones” sostuvieron el mismo día del evento un enfrentamiento con elementos del Ejército Mexicano, cuando resguardaban perimetralmente la zona del choque y fueron atacados desde una camioneta en movimiento.
En su vano intento por liberar la entrada, el grupo delictivo pretendió darse a la fuga, pero como los marinos repelieron el ataque se produjo la volcadura del vehículo en que viajaban. Fue entonces que los soldados lograron detener a Ricardo Antonio Pérez, quien quedó atrapado en el interior, mientras que sus cómplices lograron escapar efectuando disparos.
Ricardo Antonio Pérez Soto reconoció que formaba parte de la organización de “Los “Pelones”, una célula que opera en el estado de Guerrero y Morelos bajo el mando de la organización de los hermanos Beltrán Leyva.
Desde entonces Antonio Pérez Soto fue ingresado al Centro de Investigaciones Federales con la finalidad de recabar los elementos de prueba que permitieron perfeccionar la indagatoria que se integra en su contra y de donde se presume se obtuvieron datos para la operación efectuada por los militares este miércoles en el municipio de Emiliano Zapata.
Con ello, a las 5:30 horas de este 27 de enero, más de 100 elementos del Ejército Mexicano catearon las casas de la calle Manuel Altamirano de la comunidad de Tetecalita y la avenida México 156 de la colonia Tres de Mayo, donde detuvieron a Eduardo Torres Jiménez y Antonio García Abarca, así como un menor de edad de nombre José Miguel.
Así también a Carmelo Dávalos Melchor, Armando Díaz Gómez, Juan Martínez Salgado, Crispín Godínez Vázquez y dos mujeres de nombres Ana Laura Peñalosa Arellano y Elena Rojas Escalante. Los detenidos fueron identificados como miembros de la célula delictiva “Los Pelones”.