Enmarañados en los números y encuestas que muestran a los medios los estrategas de las casas de campaña, nos han confundido. Es por ello importante, vital, la percepción de la calle, qué dice el taxista, el operador de ruta, el comerciante, el obrero, el vecino, porque reiteramos que si de medios se tratara, Graco Ramírez hace tiempo ganó. Ahora que si a pie juntillas damos por hecho los comentarios de ayer acompañados de otros números, Amado Orihuela es el siguiente gobernador de Morelos.
Los responsables de medios han abusado con sus datos, poco responsables, preocupados, desesperados o vayamos a saber, sueltan cifras como si fueran canicas y allá el que se resbale con ellas.
El único alivio es que cada vez falta menos para conocer la verdad de lo que siente la gente y decide.
La Parodia
Una vez más el debate entre los candidatos a la presidencia de la República tuvo un vencedor: el crimen organizado. De nuevo no fue tema siquiera del señor Quadri, que nada tiene que perder y todo para lograr el objetivo de mantener el registro del Panal. El evento anterior fue igual: nadie mencionó siquiera una intención de acción para combatir la violencia. Es obvio que el tema que más preocupa a los mexicanos es este y más que no lo van a mencionar.
No se trata de ser irresponsable y exponerse, simplemente un bosquejo, idea, intención, de qué hacer con el flagelo mayor. No cabe duda: época de transición con pobreza y ausencia política en todos los frentes. Y todavía vimos a protagonistas de los medios decir que lo ganó aquella, lo perdieron aquellos, venció el otro, la otra. Total, amarillismo de la política.
Lo que parece es que este tema está ya cocinado, en efecto Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador subieron con la estrategia de “no engancharse”, doña Josefina echó el resto de su arsenal que, según vimos, no generó daño alguno y Quadri a lo suyo: parodiar a Charles Chaplin, tratando de que sus ideas fueran las propias de gobierno de los otros y ganándose con justicia el mote de el “En fin”, frase con la que adornaba cada uno de sus reproches.
Un vacile.
Lo de Alan Cerón, asunto grave
Queda claro que no sabe la sociedad de quién cuidarse. El joven Alan Cerón, “levantado” desde diciembre en la colonia Altavista, presuntamente detenido por policías de Guerrero, puesto a disposición del MP de allá y entregado por este a sus asesinos, fue encontrado sepultado en las inmediaciones de Chilpancingo. Es este un homicidio con todas las agravantes cometido por la conexión delincuencia organizada-autoridades. No hay mejor ejemplo de este nexo que lo que vive la familia Cerón y recién nos enteramos todos.
Alán Cerón era morelense, no sabemos ni nos interesa conocer si había o no razones para que se lo llevaran, pero hay dos cosas que quedan claras:
1.- Fue tomado por policías ministeriales de Guerrero que lo pusieron a disposición del ministerio público local.
2.- El MP lo entregó a sus asesinos.
Es este uno de los casos que tienen que llegar al fondo del asunto, porque la de por sí deteriorada Procuraduría de Guerrero, está en un punto peligroso de quiebre. Ángel Aguirre Rivero, el gobernador de tantos intereses en Morelos, tiene que responder. ¿Y el gobierno federal? También.
Fueron abiertos, impunes, casi públicos los pasos que daban en la procu guerrerense. Y lo asesinaron. Y les valió máuser.