Marcamos aquí hace poco que en el PRI se iban a dar con todo. Ya empezaron. Quieren la cabeza de Manuel Martínez Garrigós y la presidencia aunque estén en pleno novenario. Ya surgieron por ahí voces que piden regrese Amado Orihuela a la presidencia de este partido, como si se tratara de sillas prestadas que luego regresan por ellas o de animales que llevan “a monta” y hasta cobran por la faena. No, en este caso tienen que vivir las consecuencias quienes las generaron y si bien Manuel será diputado local, tampoco puede aferrarse a una posición en la que los resultados le fueron adversos. Oficialmente perdió el partido y él está al frente. Un ejemplo clarifica: el cuarto distrito de Cuernavaca.
Una horda anda en busca de culpables, otra en amacizar “al animal” –léase PRI—y algunos más se meten en todo y parte ya juegan apuestas sobre quién coordinará la fracción –de siete u ocho, luego les damos el dato exacto- del PRI en la siguiente legislatura, si el número uno de los pluris, Manuel Martínez Garrigós o el tres, Matías Nazario Morales. Ambos dieron malas cuentas al CEN de acuerdo a los resultados. Sin embargo, la representación en el Congreso es importantísima, será la del equilibrio en el futuro gobierno, con una inminente convergencia entre priistas con panistas por simple sentido común. ¿Quién debe coordinar esta bancada? Oficialmente es del PRI, pero dos son del Panal: la nieta de la maestra y Matías. Quedarían cinco en caso que el coordinador general de la campaña de Amado Orihuela no sea el favorecido, y los panalistas harían su fracción de dos y los priistas con solo cinco o seis. No importa que el PRI registre como propios a cualquiera de los pluris, la realidad es la realidad y de los primeros cuatro dos son priistas—priiistas, sin mácula: Martínez Garrigós y Rosalina Mazari Espín (de la que, por cierto parece que no llegó, pero lo aclaramos si es necesario).
Errores de cálculo, por ignorancia o distracción, en todos lados existen, les comentamos uno, en Los Altos, donde la recomendación de los estrategas amadistas eran votar por el Partido Verde, porque al final “lo hacían por Amado” por la famosa coalición. Así fue, la gente jaló, y hoy el Verde tiene su cuota más alta en su corta historia, además bien ganada porque fueron mucho más participativos que los del Panal, que fue simple decoración.
Las coaliciones sirvieron, mucho en esta ocasión, pero no al PRI. Es cierto, se consolida un partido que vemos como local que es el caso del Verde por el paisanaje de Javier Estrada González, que ha hecho toda su carrera política en su tierra, en su lugar de nacimiento y cuenta ya con activos propios importantes. Su alianza con el PRI es histórica, prácticamente desde que nació el Verde. El Panal es diferente, lo mismo se alía con el PRI que con el PAN y hasta coyunturalmente con el PRD, PT y Convergencia. La maestra va donde se gana, no conoce la derrota y está demostrado.
Así que va a exigir desde México y a través de su gente en Morelos, que la coordinación de la fracción sea suya a través de tal o cual. Con ocho mil votos en contra de los 280 y tantos mil priistas. Sería el extremo de la inclinación y la sumisión. ¿Quién es Elba Esther Gordillo en Morelos además de sus parientes que hace diputados? Actúa abusivamente, sin duda. El lugar de su nieta, desconocida por todos y seguramente sin residencia real en Morelos, era para un luchador de los de siempre, para otro joven, pero esta es una más de las triquiñuelas que hacen en la ciudad de México las cúpulas, a las que o les ponen freno o se engullen completito al hasta hace unos cuantos días poderoso partido tricolor.
Manuel Martínez, Matías Nazario, viejos amigos, conocidos de muchos, incluso entre sí. Hay que ver quién de ellos se entregaría fácilmente en los brazos del ejecutivo que será Graco Ramírez. No olvidemos aquellos pleitazos de Graco con Carrillo Olea ni que Rodrigo Gayosso Cepeda fue el primer secretario general del ayuntamiento de Cuernavaca este trienio, porque lo invitó su amigo Manuel.
¿O ya piensan en alguno de los otros, incluida la nieta de doña Elba Esther?
Y al partido nunca puede regresar Amado.
Y los rezos del novenario apenas van en su cuarta edición. Faltan cinco. Recuerden que muchos perecieron y hay que guardar respeto. ¿Podrán esperar?