Como se informó en su momento, el parricida insistió en su momento en que fue “el demonio” quien le ordenó matar a su progenitor, el jubilado que en vida respondía al nombre de Hilario Pérez Montiel, de 60 años de edad.
El imputado lo atacó a golpes, luego le mutiló el pene, para finalmente meterlo en una bolsa de basura y dejarlo en la calle Lourdes de la colonia Prados de Cuernavaca, el pasado 28 de marzo del 2009.
Se trata de Hilario Cervantes Pérez de 40 años de edad, quien fue detenido tras una ardua investigación por elementos de la Policía Ministerial, adscritos al área de homicidios.
Sin embargo, su defensa de inmediato apeló tras escuchar el veredicto del juez, refiriendo en todo momento que su cliente padece de esquizofrenia, y que todo parece indicar que en un momento de locura no supo lo que hizo y atacó a su padre.
No obstante el juzgador ratificó la sentencia de 28 años de prisión, que tendrá que purgar bajo tratamiento médico y una estricta vigilancia por parte de los celadores, según los informes oficiales.
Y es que cabe recordar que los sucesos ocurrieron durante la madrugada del pasado 28 de marzo del 2009, cuando Hilario Cervantes, al percatarse de que su padre del mismo nombre y con quien vivía desde hace varios años, se encontraba dormido, aseguró que escuchó voces que le decían que matara a su padre.
Por lo que obedeciendo a las órdenes que le daban las voces, reaccionó de forma violenta y sin medir las consecuencias se le fue encima a su progenitor, a quien privó de la existencia a punta de golpes.