Familiares de la víctima acudieron a la audiencia de ayer a declarar ante el Tribunal de Juicios Orales, aunque la defensa intentó argumentar que la Policía de Investigación Criminal indujo a los testigos para que señalaran a los cuatro detenidos como responsables del plagio de un empresario, quien vive en una zona residencial ubicada a cinco minutos del Centro de Cuernavaca.
Sobre los hechos, uno de los testigos, Fernando “N” –que dijo ser concuño de la víctima–, refirió que el día 26 de agosto del año pasado recibió una llamada telefónica de su esposa, en la que le informaba que el cuñado de la mujer no contestaba el teléfono, lo que la tenía muy preocupada.
En el expediente judicial JO/071/2013 el mismo testigo refirió que llegó a la casa de su concuño, pero no le abrían la puerta, así que habló por teléfono y minutos después escuchó la voz de un hombre que le preguntó qué quería y lo corrió a groserías. El individuo no abrió la puerta.
“Lo anterior despertó mi sospecha, y más aún que vi pasar en la calle un carro Golf azul de los viejitos, lo que se me hizo sospechoso, así que le marqué a mi esposa”, declaró ayer el testigo.
Dijo que posteriormente su cónyuge contactó con la Policía, que llegó hasta el domicilio, cuando vieron de la casa de su concuño salir el mismo Golf y atrás la camioneta marca Mazda, propiedad del empresario, por lo que los cuatro individuos fueron detenidos en el lugar.
“Mi concuño iba en la camioneta, todo golpeado y como mareado, pero afortunadamente fue rescatado; si no, no sé lo que hubiera pasado”, dijo el declarante.
Los imputados son José Alberto Estrada Ramos, José Manuel Velasco, José Uribe Romero y Salomé Soto López, que hasta el momento se han negado a declarar sobre los hechos que les imputa la Fiscalía.
Los defensores insisten que pese a la flagrancia del delito, los testigos han sido inducidos, pues cuestionaron la declaración del testigo, al sostener que él mismo reconoció que en su momento fue engañado por la entonces Policía Ministerial, pues tres días después de los hechos fue llamado para pedirle que acudiera a reconocer al propietario del vehículo Volkswagen Golf, en el que se presume viajaban los secuestradores, y no le pidieron reconocer a los plagiarios.
En la audiencia de ayer, al dar inicio, la Fiscalía pidió una pena de 87 años de prisión para cada uno de los detenidos, pues dijo contar con suficientes pruebas para demostrar que fueron ellos los que privaron de su libertad al empresario, al que golpearon y además le robaron varias cosas de valor de su residencia.