El domingo 21 de septiembre, a las 12:55 horas, bañistas encontraron tu cuerpo en Playa "Coqueta", un lugar poco habitando dentro del circuito del lago de Tequesquitengo. La mitad en el agua, boca abajo. Vestías mallones de algodón blancos, blusa negra de tirantes y otra de manga larga color vino, brasier oscuro; sin calzado. Cerca de tu cuerpo había un lazo color amarillo, aproximadamente 8 metros. De inmediato reportaron el hallazgo y en menos de dos horas llegó el personal del Servicio Médico Forense (Semefo). El perito dio fe de que estabas muerta y se procedió al levantamiento de tu cadáver. La Fiscalía Regional, Zona Sur Poniente, con sede en Jojutla puso tus datos en la carpeta JO-UIDD-C/2253/2014.
Horas después la autoridad forense informó que sufriste un infarto agudo al miocardio, consecutivo a contusión profunda del tórax y abdomen. “La mujer tenía heridas, por contusión, en donde se empleó un instrumento, largo, liso, sin punta ni filo en cabeza, en parietal derecha, en occipital. También se usó un objeto de superficie regular. Hay en el cadáver una zona de escoriación, probablemente quemadura solar; también hay descamación por la acción de la fauna acuática. El cadáver femenino tenía de 10 a 12 horas de muerta, antes de que se encontrara. Tenía de 33 a 37 años al parecer, fue asesinada a golpes y arrojada en ese lugar”.
En la carpeta de investigación, también constan adicionales: “Tuvo resultado negativo en la prueba P30 para determinar si alguien eyaculó dentro de ella. La búsqueda de sus huellas dactilares no arrojó antecedentes penales. Dio negativo al examen toxicológico para detectar alcohol, cocaína u otra droga”.
“Una de las versiones que trascendió menciona que la mujer fue asesinada en otro lugar y posiblemente su cadáver fue arrojado al agua con la intención de que no fuera encontrado, inclusive se presume que el lazo que traía en el cuello pudo haber tenido una roca atada al otro extremo pero ésta se zafó y el cuerpo flotó en el agua para quedar varado a la altura de la playa ya mencionada. Las autoridades han descartado que la víctima se encuentre reportada como desaparecida, ya que han acudido personas que tienen familiares desaparecidos a observar el cadáver, pero hasta ahora nadie sabe de quién se trata, esto, de acuerdo a informes que se conocieron hasta la tarde de ayer en la zona sur”, publicó un periódico de local, aunque el médico legista haya precisado: “sus ropas no estaban rotas ni alteradas por situación violenta”.
Como dos días después de tu fallecimiento nadie te reclamó, tu cadáver quedó en calidad de “desconocido” y fuiste un número más de la lista de feminicidios reportados que el Comité contra el Feminicidio contabilizaba a principios de noviembre en 60 y la Fiscalía General del Estado de Morelos (FGEM) en 18.
¿Nadie te busca?
Es probable que también hayas pasado a engrosar la larga fila de número de desaparecidas que según Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), al mes de agosto llegó a las 22 mil 322 personas. Es probable, digo, porque a pregunta expresa de si te habían incluido en alguna base de datos para regístrate y buscarte, la Fiscalía no respondió.
Te busqué en Morelos, en la base de datos del RNPED, que arrojó la cantidad de 43 “incidencias”, pero no estuviste; en la base de datos del Programa de Apoyo a Familiares de Personas Extraviadas, Sustraídas o Ausentes de la Procuraduría General de la República, que arrojó 88 “registros”, pero no estuviste.
¿Quién eres?
Abimelec Morales Quiroz y Eduardo Sánchez Lazo, médicos forenses y criminalistas, me dijeron que con la intervención del odontólogo forense, el antropólogo forense, el médico forense, el criminalista y con la realización de medición de los huesos, impresiones de las arcadas dentarias, antecedentes quirúrgicos, señas particulares y si se conoce el sexo, la edad, el grupo racial, se podría saberla tu identidad, incluso saber quién fue tu victimario.
También me dijeron que, en tu caso, se tienen datos obtenidos cuando levantaron tu cadáver y con los exámenes mencionados es posible conocer cómo eras físicamente:
–Estos retratos, con todos los datos de exámenes obtenidos, se podrían enviar a la base de datos de todas las procuradurías o fiscalías de México y a la PGR, así como a organizaciones civiles que se encargan de buscar a personas desaparecidas. “Incluso, la Fiscalía de Morelos debe tener o debería tener convenios de colaboración con medios de comunicación para boletinar estos retratos y datos de las personas desaparecidas. Ha ocurrido que alguien ve por la televisión nacional el retrato de la persona y dice “mira” se parece a fulanita de tal” y va y la reporta; hay registro de que así se ha encontrado a personas desaparecidas –explicaron.
En el lugar de los hechos
El lago de Tequesquitengo, localizado en los municipios de Jojutla y Puente de Ixtla, es un sitio que de acuerdo con hoteleros recibe a más de dos mil turistas y ocho mil visitantes los fines de semana y puentes vacacionales, del propio estado, del Distrito Federal y del Estado de México.
Días después de que hallaron tu cuerpo, el presidente de la Asociación de Colonos Pro Lago, Adolfo García, dijo que en ese lugar –Playa Coqueta– hay poca vigilancia policiaca y que es particularmente peligroso por agreste, y porque está oscuro. Anunció que en breve pondrían lámparas para iluminar ese lugar y algunas cámaras; también pedirán más vigilancia en esa zona.
El miércoles 29 de octubre fui a donde habían dejado tu cuerpo. Eran las 12: 40 del día. El lugar aún verdeaba porque la temporada de lluvias estaba llegando a su fin. Muy allá, a lo lejos, se podía observar una brevísima línea de agua del lago. Sobre el circuito, letreros señalizaban la entrada a Playa Coqueta. Ese día había un camión con obreros arreglando el asfalto aplicado meses antes y construyendo cunetas a la orilla del camino: olía a chapopote y a cemento. Había electrificación por el camino a la entrada principal del lugar, pero ya dentro de la colonia no había luz.
El asfalto no fue aplicado para ayudar a resolver el problema de inseguridad sino para que pudieran transitar los participantes y equipos en los Juegos Panamericanos que se realizaron el 26 de septiembre y en donde se recibió a atletas de varios países, me reportó un vecino.
Platiqué con algunos lugareños sobre las alarmas, las cámaras de vigilancia y me dijeron que no, que no las habían instalado: “más tardan en ponerlas que en robárselas”.
–No tenemos agua. No hay electrificación dentro del poblado. Entre semana pasan hasta dos días sin que haya una patrulla o policías en motocicleta –me dijo una mujer.
–Por las noches se escuchan camionetas pero no puede uno asomarse: ya entendimos que si sabemos cosas no nos deben de importar… –me comentó una muchacha del rumbo.
–Antes de entrar, en el crucero de la virgen a la derecha, ahí encontraron a la muchacha. Hay senderos y bajadas hacia el lago, por ahí –me reportó un trabajador de una casa de fin de semana. Eran las 13:25 del día.
Yo me dirigí hacia donde el trabajador me había señalado. El camino era angosto, como para dos coches. La maleza invadía la carretera y estaba muy solo. Las sombras de varios zopilotes raspaban el asfalto. Si alguien sufriera algún ataque en ese sitio aunque gritara muy fuerte nadie podría escucharla. Por acá te trajeron, era de noche –Encontraron tu cuerpo a las 12:55 pero tenía ya de10 a 12 horas de haber quedado sin vida, dijo el forense–.Seguramente llevaron tu cuerpo dentro de un auto: cargar tu peso a pie por esos caminos fue casi imposible. Y es muy seguro que más de una persona te llevó: entrar por el sendero lleno de espinas para arrojar tu cuerpo al lago, sin rasgar la ropa, hubiera sido algo muy difícil para una sola persona, como lo fue para mí, que caminé ese sitio y me abrí paso hasta el lugar donde me indicaron que habían encontrado lo que de ti había dejado la vida.
Durante la hora y media que duró mi recorrido no vi ni escuché a una sola patrulla o agente policiaco.
En el mes de septiembre Tequesquitengo fue escenario al menos cuatro muertes: dos personas murieron asfixiadas cuando hacían limpieza a una cisterna en una casa particular; el 13 de septiembre fue degollada una abogada de nombre Diana Rodríguez Moreno; el 21 de septiembre fue hallada la chica de Playa Coqueta; tres meses antes -el 18 de junio–, se encontró el cuerpo de una mujer de 39 años muy cerca de Playa Coqueta, en el crucero del Proa, dos días después sus familiares la reconocerían: en vida se llamó Sandra Campos Santamaría, tenía de 39 años y fue secuestrada días antes, en Zacatepec.
Nadie te llama por tu nombre pero no estás sola
En la cámara frigorífica del Semefo zona sur hay 23 cadáveres, todos en calidad de desconocidos y, si tienen suerte, pueden estar ahí hasta dos años o más; después, serán echados a la fosa común en el panteón municipal.
Desde el 21 de septiembre hasta el día de hoy, 9 de noviembre de 2014, tú eres uno de ellos, muchacha encontrada el Playa Coqueta. Nadie te busca pero no estás sola; tu cuerpo se descompone en el frío y en la muerte, acompañado por los demás, que como tú, esperan que alguien los reclame.
¿Qué música te gustaba; qué cosas te hacían feliz cuando las mirabas; qué olores te transportaban a tu niñez, junto a tu familia; qué tactos inolvidables te llevaste al olvido; cuál era tu comida preferida? Algún amor en algún sitio quizá te está esperando.