Además de ser delicioso y uno de los platillos consentidos en México, del taco también se dicen muchas cosas, pero sabes por ejemplo, ¿Quién lo inventó?
Y es que, desde mucho antes de la Conquista, las tortillas ya se consumían a lo largo de toda Mesoamérica, incluido lo que hoy es México. De hecho, alrededor de la palabra taco existen muchas teorías, como la que indica que su origen proviene del náhuatl “tlahco”, cuyo significado puede interpretarse como “mitad” o “en medio” haciendo referencia a que la comida se coloca en medio de la tortilla de maíz y eso ¡ya nos suena a un buen taco no!
Antropólogos e historiadores coinciden en que las mujeres de las culturas originarias de esta región del continente preparaban la comida a sus esposos envuelta en tortillas para que les fuera más fácil de transportar.
También se ha situado el nacimiento del taco, del de las tortillas con mole de las culturas de la América Precolombina que eran preparadas sobre piedras calientes y decoradas con cochinilla, algunas con frijol y chile.
Y aunque nadie sabe exactamente cuando se creó el primer taco en México, sí hay relatos de los tianguis de los mexicas donde abundaban las tortillas y había infinidad de guisados preparados como lo relata Bernal Díaz del Castillo.
Las teorías acerca de la historia del taco también refieren que, en la Conquista, las tortillas fueron desprestigiadas por los invasores con el fin de que los mexicas olvidaran sus raíces, incluida su comida, porque según los alejaba de la fe cristiana.
Durante mucho tiempo las tortillas fueron un alimento bajo el estigma de que estaba destinado sólo a las clases bajas, en donde se colocaba a todos los indígenas mexicanos. Sin embargo, los conquistadores no lograron erradicarlas y el taco, hasta el día de hoy, goza del prestigio que siempre debió tener y a nivel internacional.
Una de las primeras imágenes que se tiene de un taco data del siglo XVI y está en el Códice Sierra, que se trata de un control de gastos que llevaba la iglesia en una comunidad de la Mixteca Alta en Oaxaca.
Para el Porfiriato, comer tacos era sólo destinado a las clases populares, la “chusma” y no fue sino hasta la Revolución que las taquerías proliferaron en la Ciudad de México por la demanda para alimentar de manera rápida a un gran número de personas.
A finales de los años setenta, la artista mexicana Maris Bustamente, lo registró legalmente como parte de un proyecto conceptual que fue nombrado “Manifiesto de reconocimiento al taco” y cuyo objetivo era defenderlo como un símbolo cultural mexicano, de las cadenas extranjeras, principalmente norteamericanas, que nada tenían que ver con el taco. La iniciativa también pretendía evitar la distorsión de su significado mexicano original, cuya historia data de más de 2 mil años.
Hoy en día el taco mexicano es un platillo muy reconocido y querido, y aunque todavía hay gente en el mundo que no lo ha probado, ¡quien come uno en México sabrá lo que es un buen taco! Muchas veces en el extranjero lo que atinan a decir, las personas de otras naciones, al conocer a un mexicano es: ¡Aaaah tacos!.