El presidente del Comité Olímpico Mexicano (COM), Carlos Padilla, agradeció el avión presidencial para trasladar a Japón a la delegación mexicana que competirá en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pero rechazó el ofrecimiento.
Lo anterior, porque de acuerdo con la logística implementada para la llegada y salida de los deportistas, el uso de un avión privado, en lugar de aerolíneas comerciales, complica el traslado de los atletas tricolores.
La primera complicación es que los más de 150 integrantes de la delegación olímpica --más el personal de pantalón largo-- no llegarán al mismo tiempo a Japón; además, conforme vayan terminando su participación deberán abandonar la ciudad de Tokio, pues las autoridades gubernamentales no permitirán que nadie se quede después de haber competido.
Por si fuera poco, como el avión presidencial no es civil, tendría que aterrizar en un aeropuerto militar.
Debido a la situación global por la pandemia de covid-19, todos los deportistas que competirán en Tokio 2020 deberán aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Narita, donde habrá un dispositivo sanitario para realizar las pruebas PCR.
“Agradecemos mucho el ofrecimiento que hizo el secretario de Hacienda (Arturo Herrera) para usar el avión presidencial, pero nosotros ya tenemos confirmados boletos de avión con una aerolínea japonesa y, además la logística para un vuelo de esta naturaleza, es muy complicada por toda esta situación del covid-19 y las medidas sanitarias que está implementando Japón. Esperamos que el secretario y el gobierno federal mantengan ese ofrecimiento para trasladar a la delegación que competirá en los Juegos Panamericanos Junior de Cali, que son en noviembre, y donde las condiciones serán otras”, explicó Padilla.
Hace unas semanas, el COM dio a conocer en una conferencia de prensa que con el patrocinio del Grupo Financiero Valúe compró un paquete de boletos de avión para trasladar a los deportistas mexicanos que realizarán un campamento de preparación en Hiroshima a partir del 3 de julio.