Los asesinatos de niños y embarazos adolescentes también presentaron un incremento debido a la pandemia.
El presidente Andrés Manuel López Obrador intenta convencer a la gente de que envíe a sus hijos de vuelta a la escuela en septiembre, y el viernes el gobierno de México dio a conocer estadísticas preocupantes acerca de los efectos de la pandemia sobre los niños en edad escolar.
La Secretaría de Gobernación indicó que 5.2 millones de estudiantes menores de 18 años no se inscribieron en escuelas el año pasado, y que la violencia doméstica se incrementó 24 por ciento en el primer trimestre de 2021, en comparación con el mismo período de 2020, antes de que la pandemia cobrara fuerza.
La dependencia también mencionó incrementos en los asesinatos de niños y en embarazos de adolescentes, aumentos que presuntamente se derivaron en parte de que los niños no estén asistiendo a la escuela. Los efectos más amplios de la pandemia —la cancelación de actividades, el distanciamiento social y las presiones económicas— también podrían haber tenido algo que ver.
López Obrador dice que los niños necesitan regresar a los salones de clases físicos, tanto para su desarrollo social como por razones académicas. Pero dado que México está experimentando su mayor incremento hasta la fecha en infecciones de coronavirus -pero no de hospitalizaciones-, muchos padres se muestran renuentes a enviar a sus hijos de vuelta a clases.
La Secretaría de Educación Pública emitió un comunicado por la noche en el que afirmó que, en acuerdo con autoridades de los 32 estados, el 30 de agosto comenzaran las clases “de forma presencial, responsable y ordenada en los términos que dispongan las autoridades sanitarias y los distintos actores del sector”.
Asimismo, los padres o tutores que quieran que sus hijos regresen a las aulas deberán firmar “una carta compromiso de asistencia voluntaria y corresponsabilidad”, la cual será entregada a la autoridad escolar que corresponda.
Además, se realizará un periodo “de valoración diagnóstica y reforzamiento de aprendizajes, con el propósito de identificar posibles casos de ausentismo y evitar el abandono escolar”. También prevén flexibilizar las condiciones para la inscripción y reinscripción de alumnos.
La elevada tasa de abandono de estudios durante la pandemia podría deberse al hecho de que a muchos padres de México no les pareció de mucho valor inscribir a sus hijos a clases en línea, que han sido la única opción disponible en la mayoría de los estados desde que las escuelas cerraron.
No es sólo el hecho de que la cobertura de internet presenta fallas en el país, sino que los padres dicen que se les dificulta mantener a los chicos concentrados durante las lecciones por internet. Además, la mayoría de los mexicanos que pueden costearlo envían a sus hijos a escuelas privadas, y no parecía valer la pena pagar por clases en línea.
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