El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, aseguró este viernes que el Gobierno mexicano reconoció que el fentanilo también es un problema en México, pese a que el presidente Andrés Manuel López Obrador lo negara el pasado jueves. Además, Ken Salazar, señaló que los cárteles que operan en la frontera de Tamaulipas con Estados Unidos deberían ser desarticulados.
En conferencia, el diplomático dijo que estos grupos criminales siembran temor entre la población y controlan ciertos territorios del estado, donde los ciudadanos no pueden transitar.
Salazar también habló del secuestro de cuatro estadounidenses en Matamoros, y el asesinato de dos de ellos.
“En Nuevo Laredo hace unos meses nos atacaron violentamente los carteles ahí, en Matamoros hay lugares donde no podemos nosotros y nuestro empleados ir, entonces, subrayo la importancia de que estos cárteles, que tienen tanto poder en esa zona, se tienen que desmantelar.
“No vamos a descansar hasta que los culpables enfrenten la justicia”, sostuvo.
Tras la reunión bilateral entre funcionarios de EU y México para combatir el fentanilo, Salazar dijo: “En nuestras conversaciones puedo decir que hay reconocimiento de que el fentanilo es un problema en México”.
El presidente mexicano, por el contrario, aseguró el pasado jueves que en México ni se produce ni se consume fentanilo y señaló que es responsabilidad de Estados Unidos atajar el tráfico ilícito de esta sustancia.
“Aquí nosotros no producimos fentanilo, no tenemos consumo de fentanilo. Y lamentamos mucho lo que está pasando en Estados Unidos, pero ¿por qué ellos no atienden el problema? ¿Por qué no combaten la distribución de fentanilo en Estados Unidos?”, reprochó López Obrador en su rueda de prensa matutina.
Salazar, sin embargo, aseguró que México reconoce que este opioide sintético, fabricado por cárteles mexicanos con químicos de China, llega hasta Estados Unidos, donde ha causado cientos de miles de muertes, a través de la frontera.
“Se reconoce que mucho del fentanilo que entra en los Estados Unidos es traído por ciudadanos americanos (estadounidenses) cuando pasan la frontera”, reconoció el embajador.
No obstante, también dijo que las fuerzas de seguridad mexicanas tienen como prioridad combatir la entrada de los precursores químicos al país y la proliferación de laboratorios en los que se elabora la droga.
“Los químicos están llegando a Estados Unidos, que muchas veces vienen de China y de India. Tenemos que estar unidos Estados Unidos y México contra estos químicos y otros”, exhortó Salazar.
Este cruce de declaraciones se da en medio de la polémica desatada por el secuestro de cuatro estadounidenses en la ciudad fronteriza de Matamoros (Tamaulipas), de los que dos fueron asesinados, y la consecuente propuesta del partido republicano de Estados Unidos de declarar la guerra a los cárteles y designarlos como terroristas.
El pasado jueves, la encargada de la Casa Blanca contra el fentanilo, Elizabeth Sherwood-Randall, se reunió en Ciudad de México con autoridades mexicanas, en un encuentro en el que el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, negó que hubiese reclamos por parte de Estados Unidos.
Por el contrario, Ebrard destacó que México ha incautado más de seis toneladas de fentanilo, lo que ha evitado “miles de muertes en Estados Unidos”.
Está previsto que ambas delegaciones se vuelvan a reunir en abril en Washington para seguir debatiendo cómo combatir el tráfico de fentanilo.
Por el momento, acordaron iniciar una campaña binacional para concienciar a jóvenes y sus familias de los peligros de este opioide.
“Vamos a fortalecer de maneras operativas, de recursos, el esfuerzo contra el fentanilo y la delincuencia que nos trae ese problema a los Estados Unidos y a México”, zanjó el embajador.