Hace trece años, Bolivia se convirtió en el primer país del mundo en elegir a sus jueces y magistrados mediante voto popular.
Ahora, México ha aprobado una reforma que sigue el mismo camino, lo que ha generado preocupaciones sobre la independencia judicial y los riesgos de politización.
Contexto político y legal
Bolivia: En 2011, el gobierno de Evo Morales impulsó una reforma para democratizar la justicia. Los magistrados de tribunales como el Tribunal Supremo de Justicia y el Tribunal Constitucional son elegidos directamente por el voto ciudadano.
México: La reciente reforma aprobada en México busca que jueces federales, magistrados del Tribunal Electoral y de la Suprema Corte sean electos por voto popular, en lugar de ser designados por el Consejo de la Judicatura y el presidente, lo que representa un cambio significativo en el sistema judicial.
Proceso de elección de jueces y magistrados
Bolivia: Los candidatos son seleccionados por la Asamblea Legislativa, basándose en mérito y experiencia. Luego, los ciudadanos eligen a los jueces, aunque la participación en la campaña política está estrictamente limitada.
México: La reforma plantea que los jueces y magistrados sean electos por voto popular a partir de 2025. Se espera que antes de la votación, los candidatos sean preseleccionados por algún órgano judicial o legislativo.
Transparencia y legitimidad en la selección del Poder Judicial
Bolivia: El sistema ha sido criticado por la falta de independencia, ya que la preselección está en manos de la Asamblea Legislativa, generalmente controlada por el partido mayoritario. Además, la baja participación y el alto porcentaje de votos nulos cuestionan la legitimidad del proceso.
México: En México, la reforma genera dudas similares. Si los candidatos son seleccionados previamente por instancias políticas, podría comprometerse la imparcialidad. También se teme que los jueces electos sean más vulnerables a presiones políticas y populistas.
Objetivos y argumentos de la reforma judicial
Bolivia: El objetivo fue democratizar la justicia y reducir la corrupción y la influencia de las élites. Sin embargo, los críticos afirman que no ha mejorado significativamente la administración de justicia ni ha reducido la politización.
México: Los defensores de la reforma mexicana argumentan que fortalecerá la independencia judicial al reducir la influencia política. No obstante, los opositores temen que politice aún más el sistema y aumente el riesgo de intervención del crimen organizado.
Impacto en el sistema judicial
Bolivia: A pesar de la implementación del voto popular, el sistema judicial boliviano sigue enfrentando críticas por su ineficiencia y falta de independencia.
México: Aunque aún es pronto para medir el impacto de la reforma, las preocupaciones sobre la politización del poder judicial están en el centro del debate.