Norma Piña, ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), presentó este martes su segundo y último informe de labores, denunciando que los integrantes del Poder Judicial de la Federación (PJF) han sido víctimas de ataques y amenazas desde el sexenio pasado.
“La campaña de deslegitimación de personas juzgadoras federales comenzó hace más de seis años. No debemos olvidar los ataques a jueces y magistrados que desde entonces ya eran constantes”, señaló durante su discurso.
En cuanto a la reforma judicial, destacó que enfrenta retos de gran magnitud y advirtió sobre sus posibles implicaciones.
“Indudablemente la reforma judicial presenta enormes retos. No solo para personas juzgadoras, sino para todo México. Estamos ante un escenario prácticamente sin precedentes a nivel mundial. La reforma judicial no es una historia de vencedores o vencidos”.
Piña subrayó la importancia de construir un sistema que proteja los derechos humanos y mantenga el equilibrio de poderes.
“Espero que la finalidad de esta reforma, por el bien de México, no consista en destruir sino en construir un mejor sistema de protección de los derechos humanos; un mejor sistema de contrapesos entre los poderes del Estado”.
También denunció intentos de someter al Poder Judicial a intereses políticos, destacando que estos se intensificaron cuando las decisiones de la Corte no coincidían con las posturas del gobierno.
“Las y los ministros que votamos en contra de lo que el gobierno percibió como contrario a su proyecto político, fuimos acusados de traidores; en cambio, cuando la Corte resolvía casos de forma que se percibía favorable al gobierno, dichas resoluciones se celebraban públicamente”.
“He reiterado que, por supuesto, se necesitaba una reforma, pero que no podíamos caer en la salida fácil; el contexto tan complejo que se vive en México no se lo merece, y mucho menos, sus consecuencias, insisto: hoy impredecibles”.
Asimismo, recordó la importancia de la reforma judicial promulgada hace menos de tres años: “Recordemos que apenas hace menos de tres años se promulgó una importante reforma judicial que puso énfasis en la carrera judicial, la erradicación de la corrupción y el nepotismo, la formación judicial y de defensores públicos, el fortalecimiento de la Corte como un tribunal constitucional.”.
Piña cuestionó que no se hayan propuesto reformas para otros sectores fundamentales, como el sistema penitenciario.
“No se propuso entonces una reforma para las policías, para las fiscalías, para las comisiones de víctimas, para el sistema penitenciario que se encuentra, como todos sabemos, actualmente en ruinas”, resaltó.
Finalmente, denunció una campaña para anular la autonomía del Poder Judicial mediante lógicas electorales y partidistas, señalando que “los intentos de injerencia sobre la Judicatura Federal llegaron a extremos, que incluso dentro del proceso legislativo sobre la reforma.”
Indicó que los ataques y amenazas a la Judicatura Federal y a sus integrantes se presentaron en decisiones contrarias a los intereses del gobierno, cuando se les llamó “traidores al pueblo”, y abiertamente se les acusó de no ser parte del proyecto político dominante.