A partir de este sábado 29 de marzo de 2025, entró en vigor la prohibición de vender “comida chatarra” —alimentos y bebidas con bajo valor nutricional y alto contenido de azúcar, grasa y sodio— en todas las escuelas del Sistema Educativo Nacional (SEN) de México.
Con esta medida, se aplican los lineamientos generales que regulan la preparación, distribución y expendio de alimentos y bebidas dentro de las escuelas, además de promover hábitos saludables entre los estudiantes.
El pasado viernes, el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Mario Delgado, convocó a autoridades educativas, personal con funciones de supervisión, así como a las y los docentes, a informar y concientizar a las personas encargadas de vender alimentos en las escuelas sobre estas disposiciones.
Esta iniciativa forma parte del programa presentado en octubre pasado por Mario Delgado, poco antes de la llegada a la presidencia de Claudia Sheinbaum, con el objetivo de mejorar la alimentación de los estudiantes mexicanos.
La estrategia se basa en cuatro acciones principales: impedir la venta de alimentos ultraprocesados en espacios escolares, promover el consumo de agua natural, capacitar en nutrición saludable a los responsables de las escuelas y fomentar buenas prácticas alimenticias junto con la actividad física.
Delgado dijo el pasado 21 de octubre que para el 29 de marzo de 2025 la estrategia sería “obligatoria para todas las escuelas del sistema educativo nacional de los tres niveles; básica, media superior y superior”.
En aquel momento, datos de la Secretaría de Salud revelaron que en el 98 % de las escuelas aún se vendía “comida chatarra”, en el 95 % se ofrecían bebidas azucaradas y en casi 8 de cada 10 se comercializaban refrescos.
El titular de la SEP aseguró que “cuenta con todos los instrumentos jurídicos en la Ley General de Educación para regular que no haya comida chatarra en las escuelas”.
Según la organización El Poder del Consumidor, el sobrepeso y la obesidad infantil en México han aumentado un 120 % en las últimas tres décadas.
Las disposiciones, publicadas en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 30 de septiembre pasado, buscan garantizar una alimentación nutritiva desde los primeros años de vida.
“Los alimentos y las bebidas que se ofrezcan al interior de las escuelas deberán privilegiar ingredientes naturales o mínimamente procesados en la localidad o la región. Y si sus empaques tienen sellos de advertencia, no podrán estar en las escuelas”, dice la norma.