Tulum, en Quintana Roo, se ha consolidado como uno de los destinos turísticos más populares, especialmente durante la pandemia, cuando miles de inversionistas extranjeros buscaron adquirir propiedades en este paraíso caribeño. Sin embargo, este auge inmobiliario ha dejado a cientos de personas atrapadas en fraudes millonarios, sin propiedades y enfrentando una serie de complicaciones legales.
Uno de los casos más notorios involucra a Akela Development Group, un desarrollador inmobiliario que, durante la pandemia, lanzó varios proyectos de lujo bajo la marca Solemn. Estos condominios, prometían albercas infinitas y diseños vanguardistas. A pesar de que muchas unidades se vendieron en preventa, por valores cercanos a los 200 mil dólares, los compradores descubrieron que los terrenos eran baldíos y las construcciones, incompletas. Algunos ni siquiera recibieron títulos de propiedad, dejándolos en un limbo legal.
El caso se complicó cuando uno de los socios de Akela fue encontrado muerto en una playa y otro, según informes, se suicidó. El tercero de los socios supuestamente huyó del país, dejando a los inversionistas sin respuestas ni formas de recuperar su dinero. Abogados consultados por Bloomberg afirman que hay más de 70 propiedades vendidas en preventa que nunca fueron entregadas, con un proceso judicial que avanza con mucha lentitud debido a la falta de digitalización en los tribunales de Quintana Roo.
Entre las víctimas se encuentra Erin Norris, una ciudadana estadounidense que, en 2021, invirtió 191 mil dólares en un condominio en Tulum. A pesar de haber realizado un pago inicial de 107 mil dólares, la construcción nunca se llevó a cabo, y descubrió que la empresa ni siquiera era legalmente dueña del terreno.
Este fraude no es un caso aislado. Abogados de la región aseguran que hay cientos de situaciones similares en Tulum, donde desarrolladores sin experiencia y sin escrúpulos han aprovechado el auge inmobiliario para vender propiedades en terrenos disputados o que no les pertenecen.
El problema es más complejo debido a la falta de claridad en la propiedad de la tierra en Quintana Roo. Muchos desarrolladores venden terrenos que no tienen, o que están en litigio, lo que agrava la situación para los compradores. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reconoció la problemática en una conferencia de prensa en diciembre de 2024, prometiendo investigar los fraudes inmobiliarios en la región.
A pesar de los fraudes, la fiebre por invertir en Tulum continúa. Los expertos advierten que los compradores deben investigar exhaustivamente sobre las desarrolladoras, verificar la propiedad del terreno y evitar las preventas sin garantías. El caso de Tulum pone de manifiesto una crisis en el mercado inmobiliario mexicano, donde la falta de regulación efectiva y la lentitud judicial siguen permitiendo que estos fraudes persistan. Sin reformas estructurales, la reputación de Tulum como destino turístico podría verse seriamente afectada.