La presidenta Claudia Sheinbaum declaró que el país no reanudará sus relaciones diplomáticas con Ecuador mientras Daniel Noboa continúe en la presidencia de ese país.
La mandataria explicó que no existen las condiciones necesarias para restablecer los lazos, especialmente debido a la situación del exvicepresidente Jorge Glas, quien aún se encuentra preso tras su detención en la embajada mexicana en Ecuador.
"Nosotros para empezar no tenemos relaciones con Ecuador, ni vamos a seguir teniendo relaciones con Ecuador mientras Noboa ejerza el cargo de presidente, porque él fue el responsable de la invasión a la embajada de México, a nuestra soberanía", afirmó Sheinbaum en conferencia de prensa.
🚨ÚLTIMA HORA: Mientras Daniel Noboa sea presidente de Ecuador, México no tendrá relaciones con ese país.
— Beatriz Contreras Castillo (@bethcastilloo) April 16, 2025
Fuerte y claro, así lo dijo la presidenta Claudia Sheinbaum: pic.twitter.com/yWAVLMtkCR
Además, Sheinbaum cuestionó la legitimidad de la victoria electoral de Noboa, destacando que organizaciones internacionales, como la Organización de los Estados Americanos (OEA), han puesto en duda si las elecciones fueron realmente equitativas.
Recordó que la OEA emitió un comunicado previo a las elecciones en el que exhortaba a Daniel Noboa a pedir una licencia presidencial, ya que su permanencia en el cargo afectaba "la equidad de la campaña electoral y debilitaba la institucionalidad del Estado".
"Hubo un impacto en la equidad de la campaña electora y debilitó la institucionalidad del Estado", subrayó la presidenta mexicana.
Por otro lado, Sheinbaum también se refirió a las declaraciones de la correista Luisa González, quien ha afirmado que las elecciones en Ecuador fueron fraudulentas.
El pasado domingo, Daniel Noboa fue reelecto presidente de Ecuador con un 56% de los votos.
Sin embargo, el contexto de las tensiones diplomáticas entre ambos países tiene su origen en el arresto de Jorge Glas el 5 de abril de 2024, cuando fue detenido dentro de la Embajada de México en Quito por agentes policiales, tras haberse acogido al asilo político mexicano debido a los cargos de corrupción que enfrenta en Ecuador desde 2017.
Al día siguiente, Glas fue trasladado a la cárcel de máxima seguridad La Roca en Guayaquil, donde su situación de salud es descrita como "crítica".
Desde entonces, México y Ecuador han mantenido un litigio ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, con acusaciones mutuas por la presunta violación de acuerdos internacionales.