En un hecho sin precedentes dentro del partido oficialista, alrededor de 80 diputados de Morena, de un total de 253, exigieron la renuncia de Ariadna Montiel, titular de la Secretaría del Bienestar, durante una plenaria celebrada a puerta cerrada.
La molestia de los legisladores surgió luego de múltiples denuncias sobre presuntas presiones por parte de superdelegados.
La diputada Irma Juan Carlos fue una de las primeras en expresar su inconformidad, recordando que el pasado 1 de febrero, cuando se reunieron con la secretaria Montiel, advirtió “que no quería que la delegada del Bienestar en Oaxaca, Nancy Ortiz Cabrera los presionara para meterse en temas ilegales entre sus electores".
Además, la diputada resaltó el papel que desempeñan los legisladores en campo, al señalar que “hay retrasos en la entrega de apoyos” y que “se convierten en asesores, porque deben explicar los mecanismos para acceder a programas o becas que ofrece el gobierno federal”.
“Que hagan su chamba porque los diputados son los que estamos en tierra”, demandó.
Durante la reunión, varios diputados también manifestaron que “los delegados no nos toman las llamadas por órdenes de la propia Montiel, porque se quiere dar a entender que estamos buscando un beneficio, pero eso no es cierto”, según declaró un legislador del sureste del país.
Otro diputado acusó que la secretaria Montiel “fue prepotente, grosera y que ‘ella iba a decidir cuándo sí o cuándo, no’, entonces eso no ayuda al movimiento”.
Ante la presión del grupo legislativo, el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal Ávila, prometió mediar con Montiel.
En entrevista posterior con medios de comunicación, Monreal explicó que el conflicto surgió “por información que solicitan los diputados y no se les proporciona adecuadamente”.
"Estoy seguro que son, a veces, malos entendidos, falta de comunicación, y haré las veces de interlocutor de buena fe con ella para zanjar estas diferencias que existen con un grupo de diputados y diputadas. Que no es unánime”, aclaró.
Monreal también reconoció que “es un grupo que tiene razón en expresarlo, y que yo respeté su expresión de inconformidad por alguna conversación que tuvieron con ella”.
“Entonces, espero que no se llegue a formalizar ningún tipo de solicitud y que la podamos resolver por la vía del entendimiento racional entre nosotros”, expresó.
Para concluir, pidió dar por cerrado el tema: "porque va a ser la nota", y anunció que, en futuras plenarias, solo se permitirá la entrada a diputados, ordenando restringir el acceso a asesores o asistentes para evitar filtraciones.