El 2016 se convirtió en el año con mayor número de feminicidios perpetrados en Morelos en los últimos tres lustros, pese a que desde hace 17 meses se decretó la Alerta de Violencia de Género (AVG) para intentar frenar las agresiones y muertes violentas de mujeres.
La Comisión Independiente de Derechos Humanos, organización impulsora de la AVG, presentó un informe público, en el que concluyó que a lo largo de 16 años de investigación sobre violencia de género y feminicidio, documentó del año 2000 al 2016 un total de 773 feminicidios.
Recalcó que en los últimos tres lustros el feminicidio tuvo un repunte preocupante, pero lo más preocupante es que desde la aplicación de la AVG el número de casos de muertes violentas de mujeres casi se duplicó.
Y es que mientras el 2015 cerró con 57 feminicidios documentados, el 2016 concluyó con 97 casos, es decir, con un aumento de 70%.
Según la organización no gubernamental, entre los años 2000 y 2005 documentó 122 feminicidios en Morelos. A partir del 2005 el número de casos fue en ascenso, registrándose en este año 30 feminicidios; en el 2006 contabilizó 37 feminicidios; en el 2007 un total de 54; en el 2008 la cifra cerró en 36; en el 2009 en 37; el 2010 con 47. Mientras que en el 2011 la cifra aumento a 70 y en el 2012 creció aún más para quedar en 92.
En el 2013 la Comisión Independiente de Derechos Humanos registró 70 feminicidios; en el 2014 alrededor de 54 y en el 2015 un total de 57 casos; pero del 1 de enero al 31 de diciembre del 2016 documentó 97, con lo cual este último año se convirtió en el de mayor violencia de género.
Cabe resaltar que de acuerdo con el recuento de La Unión de Morelos, durante ese periodo al menos 79 mujeres fueron asesinadas en la entidad.
La CIDH detalló que con excepción de Mazatepec y Zacualpan de Amilpas, los 31 los municipios restantes forman parte del mapa del feminicidio y los municipios con mayor incidencia de muertes violentas de mujeres son: Cuernavaca, Jiutepec, Temixco, Cuautla, Yautepec, Xochitepec, Puente de Ixtla, Emiliano Zapata, Tepoztlán y Jojutla.
“El feminicidio en Morelos se puede detener con una mayor voluntad política de todas las instituciones de gobierno. Este derecho a la vida, la seguridad y la libertad de las mujeres no admite demora alguna. Si bien las causas estructurales de la violencia feminicida están asociadas al sistema patriarcal y capitalista de injusticia social y desigualdad que estamos padeciendo, no implica que haya que esperar hasta su modificación para ver un cambio en cuanto el respeto a los derechos que como mujeres se debe tener por parte del Estado.
“Por todo ello es claro que no se ha logrado el objetivo fundamental de garantizar la seguridad de las mujeres, el cese de la violencia en su contra y eliminar las desigualdades producidas, cultural y políticamente que agravian sus derechos humanos”, dijo Paloma Estrada Muñoz, investigadora e integrante de la organización no gubernamental, quien insistió que es necesario seguir presionando a las autoridades para que cumplan con su obligación de proteger la vida de la mujeres y sancionar a aquellos servidores públicos que son omisos en cumplir con obligaciones dentro de la AVG.
Sin vida localizan a joven embarazada
La familia de Diana Villa Reyes dio a conocer que la joven, quien tenía cuatro meses de embarazo, fue localizada sin vida. A través de las redes sociales, amigos y familiares exigieron a la Fiscalía General de Justicia que su asesinato no quede impune.
“La familia de Diana Villa Reyes nos informó que lamentablemente fue localizada sin vida. Esperamos que su asesinato no quede impune, así como el de muchas mujeres más en Morelos. Son hijas, madres, hermanas, amigas, Diana estaba embarazada y tenía muchas ilusiones, sueños, Diana no debía morir. Descanse en paz”, informó la página de Facebook de la organización “Siguiendo tus huellas”, que ofrece apoyo para la difusión de personas víctimas de cualquier tipo de desaparición y/o sustracción.
De acuerdo con datos extraoficiales, el cuerpo sin vida de Diana fue localizado en la comunidad de Tlatenchi, del municipio de Jojutla, con signos de violencia.
El 21 de enero Diana salió de su trabajo, en el municipio de Jojutla, con destino a su domicilio, en Emiliano Zapata, a donde nunca llegó. Sus seres queridos marcaron a su celular en varias ocasiones y las llamadas nunca fueron contestadas. Ante la desesperación y la posibilidad de que estuviese en riesgo la vida de la joven y el bebé, la familia inició la denuncia por desaparición y pidió a través de las redes sociales comunicar cualquier información sobre su paradero.