Cuernavaca, Morelos.- El conflicto político-laboral que paraliza al Congreso del estado desde hace tres semanas parece no tener solución. Trabajadores de confianza al servicio de los diputados del llamado G-10 mantienen tomada la sede legislativa desde el jueves pasado, sin permitir el acceso a ninguna persona.
Contrario a lo que señala la Ley Orgánica del Congreso del estado, este lunes se cumplirán 20 días sin que los legisladores sesionen de manera ordinaria.
"Es responsabilidad de la presidenta de la Mesa Directiva convocar a sesión ordinaria, y no lo ha hecho, a pesar que hasta el jueves pasado se permitía el acceso a la sede del Congreso. Hasta el momento no ha habido ningún acercamiento para buscar un solución al conflicto, por lo que no creemos que esta semana haya sesión", informó el coordinador de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Alberto Martínez González.
La negociación se centra, según el diputado priista, en el pago de tres quincenas que adeuda la Mesa Directiva a los trabajadores de confianza del G-10.
La oferta que hicieron la presidenta de la Mesa Directiva y el presidente de la Junta Política y de Gobierno, Julio Espín Navarrete, a los diputados del G-10 fue el pago de la mitad de la deuda que tienen con los trabajadores, misma que motivó a que los empleados cerraran la sede legislativa y sus oficinas alternas.