Tras un mes de parálisis legislativa, este martes el Congreso del estado será liberado por los diputados del G-10 y sus trabajadores de confianza, que acordaron con el PRD el pago en parcialidades de los salarios pendientes. Se espera que esta mañana se lleve a cabo la sesión ordinaria.
Los acuerdos se tomaron ayer por la tarde, luego de que se había convocado a sesión ordinaria de manera privada y en una sede alterna, por acuerdo de la Junta Política y de Gobierno y de la Conferencia para la Programación de los Trabajos Legislativos, que tomaron sólo los legisladores del sol azteca, Movimiento Ciudadano, Social Demócrata, Verde Ecologista y del que también participó el panista Carlos Alaniz Romero.
Los legisladores del G-10, con el respaldo de la Barra de Abogados, habían anunciado, por la mañana, que promoverían acciones legales en contra de los 20 diputados que se negaban a pagar cuatro quincenas pendientes a sus trabajadores de confianza.
Sin embargo, horas después, legisladores de los dos grupos confirmaron que llegaron a acuerdos para liberar las oficinas del Congreso del estado y pagar de manera parcial el salario pendiente de cerca de 150 trabajadores de confianza.
"Estamos cerrando las negociaciones, mañana, si todo no cambia, tendremos una rueda de prensa, pues todos, prácticamente, para entregar instalaciones o aperturar (sic) el Congreso, mejor dicho, y que continuemos con las actividades ordinarias, después de este mes, gran mes que se perdió para regresar a actividades legislativas", informó el coordinador de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN), Víctor Caballero Solano.
Explicó que el pago de las cuatro quincenas pendientes será en parcialidades, con la aplicación de un ajuste en el gasto corriente, que implicará una disminución del 20% en los salarios de los trabajadores, tal y como lo determinó el PRD.
El diputado perredista Enrique Laffitte Bretón dijo que, finalmente, existió la disposición de diputados del G-10 para llegar a acuerdos y se reactivarán los trabajos en el Congreso.
Se espera que, después de una rueda de prensa, se lleve a cabo la sesión ordinaria, a más de un mes de que no se había convocado a reunión de Pleno.