Cuernavaca, Morelos.- La directora de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe, Teresa Ulloa Ziáurriz, llamó al Tribunal Superior de Justicia (TSJ) a aplicar los protocolos de protección a víctimas y privilegiar el interés superior del menor, para evitar que Milka, testigo del secuestro de su hermana Yamilé, sea revictimizada durante la audiencia de juicio oral de los dos presuntos responsables.
La audiencia está prevista para el próximo 10 de agosto en los juzgados del Segundo Distrito Judicial, con sede en Jojutla, y existe el temor de que la menor sea expuesta y presionada durante la audiencia, por ser la testigo clave en el caso.
“Esperamos que, por primera vez, el Tribunal Superior del Estado y los integrantes del jurado oral protejan el interés superior de Milka, porque lo que nosotros tenemos es una niña que los va a señalar, que los va a reconocer, que es la única testiga (sic) de los hechos, desde que empezaron hasta que se la llevaron (a su hermana Yamilé). Y queremos y exigimos que no se le revictimice con preguntas y más preguntas de la defensa, que, por cierto, es una defensa particular”, dijo la activista en rueda de prensa.
Expresó que la niña reconoce a Daniel R.G., de 52 años, y Daniel R.N., de 27 años, quienes son padre e hijo, como los sujetos que las interceptaron cuando se dirigían a la escuela y se llevaron por la fuerza a su hermana, la subieron a un vehículo y huyeron con rumbo desconocido.
También señaló que hay inconsistencias en la versión de los imputados, quienes pretendieron crear una cuartada inverosímil, diciendo que el auto se descompuso, se lo dieron a un mecánico que ni siquiera conocían y éste se lo llevó.
Rosa Isela Sotelo Zúñiga, madre de Yamilé Sinahí Silahua Sotelo, dijo que tiene la esperanza de encontrar a su hija y que los responsables de su desaparición sean juzgados.
Recordó que el 11 de enero de 2016, Milka y Yamilé salieron a las 6:28 de la mañana de su casa, con rumbo a la escuela, pero al caminar sobre la calle Reforma del poblado de Santa Rosa, del municipio de Tlaltizapán, fueron interceptadas por Daniel R.G. y Daniel R.N., quienes viajaban en un auto Sentra azul oscuro.
Las niñas corrieron pero Yamilé fue alcanzada por Daniel R.N., quien la jaló y subió por la fuerza al auto; su hermana gritó pidiendo ayuda, mientras el auto se alejaba con rumbo desconocido.
Pese a que pidió el apoyo de la Policía y la familia inició de inmediato la denuncia, desde entonces se desconoce su paradero.
Milka es testigo de los hechos e identifica a los dos imputados como los responsables del secuestro de su hermana, sin embargo, se prevé que la audiencia sea ríspida y que haya intentos de socavar el estado de ánimo de la menor para desacreditar su testimonio.
Por ello, Ulloa Ziáurriz insistió en que las autoridades judiciales están obligadas a aplicar los protocolos propios del caso y privilegiar el interés superior de las niñas, niños y adolescentes, para evitar que la testigo clave sea revictimizada y atacada.
Además, dijo que sospecha que el caso Yamilé puede tener conexión con el caso de una pequeña de 10 años a la que intentaron secuestrar, al parecer con la intención de venderla en Estados Unidos.
La madre de Yamilé afirmó que pese a que han transcurrido 17 meses del secuestro de su hija, tiene la esperanza de encontrarla con vida.