Los residuos sólidos y escombros que se generan por las actividades después del sismo del pasado 19 de septiembre deben ser depositados en lugares donde no afecten al medio ambiente, señaló Laura Ortiz Hernández, titular del Programa de Gestión Ambiental Universitario (Progau) de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM).
Expuso que después del sismo se han acumulado cientos de toneladas de escombro de casas, edificios y estructuras, así como residuos sólidos generados por la ayuda en víveres, que se convierten en residuos y deben ser tratadas de manera correcta para evitar una contingencia ambiental.
Laura Ortiz explicó la necesidad de que las empresas constructoras, así como las autoridades municipales y estatales designen sitios a donde deben ser llevados los escombros y tener una coordinación para prevenir alguna afectación al medio ambiente.
Dijo que los víveres están siendo entregados en cajas de cartón y plástico y diferentes materiales que pueden generar toneladas de basura tirada en barrancas, caminos o sitios contiguos a las comunidades donde hay albergues de damnificados, por lo que es necesario darles un tratamiento adecuado.
Destacó la labor de los investigadores de la Facultad de Arquitectura, quienes están realizando los trabajos de localización de rellenos para el depósito de escombros y la separación de los residuos en albergues.
En ese sentido, Ortiz Hernández dio a conocer que el Progau ya trabaja en la creación de brigadas para la separación de basura, a fin de atender este tipo de residuos en los municipios más afectados que han recibido apoyo para realizar un manejo apropiado de los desechos urbanos.
Llamó a los presidentes municipales del estado de Morelos a buscar los espacios adecuados en sus municipios para depositar los escombros y dar el tratamiento adecuado a los residuos sólidos urbanos y los que se generan en los albergues.