Xochitepec, Morelos.- La reducción del caudal en los manantiales afectados por el temblor no debe significar el cierre de los balnearios, sino que se tendrán que buscar alternativas para que se comparta el uso recreativo del agua con la agrícola y no afectar a ninguno de los dos sectores económicos, afirmó el presidente de la Asociación de Parques Acuáticos y Balnearios de Morelos (Apabam), Mario García Ordóñez.
La Comisión Estatal del Agua informó que tras el sismo hubo impacto en cuatro manantiales, en dos de los cuales prácticamente desapareció el afluente. Se trata del de Agua Hedionda, en Cuautla, y San Ramón, en Xochitepec. Los otros dos se modificaron, pero sigue en estudio el alcance y los efectos de dicho fenómeno. En ambos casos suministran agua además de a los balnearios, a alrededor de mil 680 hectáreas de tierras agrícolas.
Al respecto, el representante de los prestadores de este servicio dijo que habrán de estar atentos a investigaciones de los expertos, ya que hasta donde tiene conocimiento, no hubo daños en manantiales como para que tengan que cerrar los balnearios.
Comentó que las afectaciones en este tipo de establecimientos en general ascienden a alrededor del 20%, pero reiteró que se trata de impactos menores y parciales; en algunos lugares sólo se cerró alguna zona, mientras se hacen reparaciones o se cuenta con dictámenes de Protección Civil, pero reiteró que están al cien por ciento en condiciones de recibir visitantes. De hecho, comentó que están cerrados tres balnearios institucionales, pero “sólo por protocolo”, como Issstehuixtla, que sólo espera que le den la autorización oficial para comenzar a operar de nuevo.
El presidente pidió a la población no hacer caso a información falsa que circula en redes sociales: “por ahí circuló una información alarmista de que en Las Huertas se había puesto el agua amarilla y cerró; eso es falso. No hay que creer todo lo que se dice en redes sociales si no tiene un respaldo. Los manantiales son venas de ríos subterráneos, entonces, cuando hay un movimiento telúrico se ensucian, sale polvo, arenas, pero es como lavarse con la propia presión del agua. Eso es lo que sucede con todos los balnearios con manantiales como las Termas de Atotonilco, Las Estacas, que al inicio tuvieron esa condición, pero ya se normalizó. No es verdad que se haya cambiado el nivel de acidez o composición química… Están en estudios los manantiales del estado, yo soy ingeniero civil por eso sé de geología, pero estamos esperando las conclusiones de expertos”.
García Ordóñez recordó que por el sismo de 1985, en San Juan, en el municipio de Amacuzac, se redujo la cantidad del agua, “pero sabemos y perfectamente lo hemos vivido”, se recupera el nivel.
Insistió en que la naturaleza es la que opera en estos casos: “el agua es de todos, no queremos que se afecte a los campesinos y estamos interesados en nuestro estado que tiene actividades agrícolas y de turismo; lo que necesitamos es encontrar soluciones sin afectar a ninguno de los sectores”.