Es por ello que este martes el secretario del Trabajo y Productividad, Víctor Reyes Adams, dio a conocer en rueda de prensa que el Simapro ayuda a cambiar la cultura de trabajo a un ambiente laboral de colaboración y confianza a partir de una comunicación efectiva y permanente entre todos los integrantes de una empresa a través de la unificación de criterios de operación entre todo el personal, alineándolos con la misión y visión.
“Son las personas las que generan las soluciones al interior de las empresas. Entonces, se busca generar círculos virtuosos donde el patrón va a valorar mejor la mano de obra de sus trabajadores, y ellos a su vez ofrecerán las alternativas de mejoras al desempeño de la empresa”, dijo el funcionario estatal.
En este sentido, la delegada de la Secretaría de Economía, Alejandra Jarillo Soto, explicó que desde hace más de 5 años en Morelos no se aplicaba un programa de consultoría tan completo y efectivo. Por ello se ha planteado la meta de incorporar en lo que resta del 2010 un total de 50 empresas a este sistema.
Para lograr esta meta, el gobierno de Morelos habrá de destinar recursos del orden de un millón 300 mil pesos, en tanto que el gobierno federal, un millón 500 mil pesos, y las empresas integradas habrán de cubrir sólo el 25 por ciento del costo de intervención que en suma es de 870 mil pesos en un lapso de 5 meses que dura la capacitación.
Por su parte, la directora de Informática y Computación Avanzada de México, S. C (ICAM), Dolores Correa Laphan, detalló que este sistema funciona a través del involucramiento y compromiso del personal operativo, mandos medios y la dirección de las empresas mediante la capacitación donde se comparten conocimientos técnicos con prácticos y conceptos teóricos con resultados tangibles ya que se les da un seguimiento puntual.
Correa Laphan añadió que se trata de un instrumento de aprendizaje organizacional que genera acciones de mejora continua a partir de compromisos y el seguimiento de las acciones tanto de los trabajadores como del empleador de forma permanente, porque el involucramiento y la mejora continua nunca terminan pero a la vez se organizan por ciclos, de manera que se puede evaluar el proceso e innovarlo cuando sea necesario.