Oficialmente quedó vacante la magistratura supernumeraria del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) que ocupaba Guillermina Jiménez Serafín, luego de que el Congreso de Morelos determinó no ratificarla en el cargo por no reunir los requisitos de probidad y profesionalismo estipulados en la Constitución.
De acuerdo con el decreto 2356 publicado el pasado miércoles en el Periódico Oficial “Tierra y Libertad”, por el cual el Legislativo evaluó a la ahora ex magistrada en cumplimiento de una ejecutoria de amparo, los datos sobre el desempeño jurisdiccional de Jiménez Serafín presentados por el Consejo de la Judicatura al Congreso fueron aceptables pero no suficientes para conseguir la ratificación.
El principal punto de cuestionamiento que incidió en el dictamen aprobado fue que ella ocupó simultáneamente dos cargos: una como magistrada supernumeraria (con licencia) y otro como representante del Poder Ejecutivo ante el Consejo de la Judicatura.
Según el dictamen, en junio de 2014 el Congreso aprobó la licencia por tiempo indefinido solicitada por Jiménez Serafín, para que ella pudiera desempeñarse como consejera de la Judicatura, cargo que ocupa hasta la fecha.
En julio de 2015 culminó su periodo de seis años para el que fue designada como magistrada de la Sala Auxiliar del TSJ y, de acuerdo con la Constitución, a través de un proceso de evaluación podría ser o no ratificada por un segundo periodo de ocho años.
Debido a que Jiménez Serafín mantenía su cargo en la Judicatura como representante del Poder Ejecutivo, el Congreso rechazó evaluarla y ella promovió un amparo para ser sometida a valoración.
Como resultado de la evaluación, que incluyó una entrevista con legisladores y estadísticas de su desempeño jurisdiccional, el Congreso determinó que la ex magistrada no cumplió con los requisitos de probidad y profesionalismo para ser ratificada por un segundo periodo.
“Lo que resulta en concepto de este órgano dictaminador, una declaración en la evaluada que acepta estar desempeñando dos cargos públicos del Estado como en el caso concreto, magistrada supernumeraria y consejera de la Judicatura Representante del Poder Ejecutivo que hasta la fecha ostenta, situación que la propia Constitución del Estado prohíbe en su artículo 130 de la Constitución local”, se estableció en el dictamen.
Por lo tanto, se estipuló en el documento, “los datos obtenidos se agregan al expediente abierto en el presente proceso, ya que acreditan la (sic) una falta de probidad y honestidad de la magistrada Guillermina Jiménez Serafín, al pretender seguir conservando un nombramiento como magistrada supernumeraria del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Morelos, a través de una ratificación”.
Además, se recalcó, “se estima que la evaluada no cumplió y/o acreditó haberse conducido bajo los principios de excelencia, profesionalismo, honestidad y transparencia durante su ejercicio profesional y bajo las consideraciones expuestas en el desarrollo de los indicadores que fueron ponderados”.