“Si llego a ser gobernador te voy a traer a Plácido Domingo para que te cante las canciones que tanto te gustan”, fue la promesa del entonces senador de la República, Graco Ramírez Garrido Abreu, a su esposa Elena Cepeda.
Y se lo cumplió, aunque para ello haya tenido que tomar dinero del erario estatal e inventar una “causa social” como lo fue la construcción de un Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE), a sabiendas de que los ingresos por venta de boletos apenas alcanzarían para cubrir los gastos del concierto que se llevó a cabo el 5 de octubre del 2013 a orillas del Lago de Tequesquitengo.
Tan sólo por la contratación del tenor español el Gobierno de Morelos pagó poco más de 10 millones de pesos a una empresa de espectáculos, un millón y medio más por una “Cena VIP”, y cerca de dos millones por diferentes gastos. La cifra oficial de ingresos por boletaje fue de 13 millones 541 mil 500 pesos y cuatro millones por derechos de patrocinio.
El Centro de Rehabilitación se comenzó a construir hasta el 2016, pero con recursos federales, pues es evidente que en la presentación de Plácido Domingo el ingreso fue mínimo o “salieron tablas”.
LA FARSA DEL CONCIERTO “A BENEFICIO” DE LOS DISCAPACITADOS
En el contrato firmado por el gobierno estatal y la empresa “Eventos Artísticos y Culturales de México S.A. de C.V.”, se establece en la décima segunda cláusula que “El Poder Ejecutivo puede promover este concierto en el sentido de que las ganancias serán para la construcción del Centro de Rehabilitación y Educación Especial de Morelos”, pero se menciona más como una estrategia para vender boletos, que como un propósito en firme.
En el documento, obtenido a través de una solicitud de información pública, la Secretaría de Turismo declara que con fecha 17 de abril de ese año, “el gobernador Graco Luis Ramírez Garrido Abreu le otorga la encomienda del asunto relacionado con la presentación en vivo del artista Plácido Domingo”, en tanto que la Secretaría de Hacienda “declara tener suficiencia presupuestal para apoyar en la presentación del artista”.
Ambas dependencias asumen el compromiso de “aportar la cantidad de 10,029,745.50” (diez millones veintinueve mil setecientos cuarenta y cinco pesos con cincuenta centavos); y aunque en otra cláusula se menciona que “los recursos a erogar derivados de los compromisos asumidos únicamente por la Secretaría de Turismo, provendrán de los ingresos generados por la venta de boletos y patrocinios del evento”, en ninguna parte se menciona el mecanismo para ser reintegrados al erario.
La Secretaría de Turismo también entregó al peticionario copia de los convenios mediante los cuales las empresas Tradeco y Banorte pagan dos millones de pesos cada uno para tener los derechos de patrocinio del evento.
MÁS GASTOS QUE INGRESOS
A los 10 millones de pesos que el gobierno aportó para contratar a Plácido Domingo se le sumó un millón 527 mil 634 pesos que la Secretaría de Turismo pagó a la empresa “Selgo Imagen y Diseño S.A. de C.V.” por “cena de gala que incluye menú de cuatro tiempos, bebida, audio, iluminación”.
También, 100 mil pesos que se pagaron a la empresa Pullman para la transportación de los espectadores desde diferentes puntos hasta la Arena Teques. El personal que laboró fue llevado en “Transportes Corrales” en 11 mil pesos y les dieron de comer con 48 mil 633 pesos que se pagó a la empresa “Sabor para Llevar S.A. de C.V” y 43 mil 384 pesos a otro negocio de banquetes.
Todo lo anterior obra en el expediente 00191416 del INFOMEX en el que un ciudadano pidió copias simples de los contratos celebrados por el gobierno del estado de Morelos para la realización del concierto y comprobantes de los gastos derivados del evento.
Sin embargo, hubo gastos que no se incluyeron en la respuesta a la solicitud de información pública.
Por ejemplo, lo que cobró la empresa Pinko Marketing Boutique, cuya socia fundadora es Mónica Reyes Fuchs, entonces subsecretaria de Turismo, por la organización de la conferencia de prensa realizada en el Distrito Federal para anunciar el concierto.
También, lo que se pagó a la empresa Favela Producciones, propiedad de Pablo Ramírez Durón (hijo de Graco Ramírez) por la elaboración del video oficial del concierto.
Por otras vías se logró obtener copia de las facturas correspondientes a otros gastos derivados del mismo evento. Por ejemplo, 109 mil pesos pagados a Servicios de Protección Privada Lobo S.A. de C.V.; 290 mil pesos por baños públicos para la empresa Sanirent y 207 mil 640 pesos para juegos pirotécnicos.
También, 7 mil 500 impermeables a un precio de 43 mil 326 y una factura por 100 mil pesos de “Nueva Imagen es Diseño S.A. de C.V.” por renta de equipo y vallas para dividir las áreas del auditorio.
Cabe mencionar que algunas de estas facturas fueron entregadas a este reportero por los propios proveedores, inconformes porque la Secretaría de Turismo les tardó hasta un año en liquidar argumentando que no había recursos, a pesar de que el gobierno del estado reportó que los ingresos por venta de boletos fueron de 13 millones 541 mil 500 pesos.
Previo al evento, funcionarios de primero y segundo nivel fueron obligados a adquirir boletos de a cinco mil pesos cada uno, y lo mismo ocurrió con los transportistas que estaban en una lista de espera para la entrega de concesiones de taxis.
Sobra decir que, el día del concierto, todas las corporaciones policiacas, de protección civil y de auxilio médico estuvieron enfocadas al desarrollo del evento.
DESVÍO DE RECURSOS PARA ACONDICIONAR LA ARENA TEQUES
Para que la Arena Teques pudiera estar lista para el 5 de octubre del 2013, el gobernador Graco Ramírez Garrido tuvo que hacer algunas “maniobras financieras”.
En septiembre del 2013, Morelos y otros estados fueron afectados simultáneamente por el huracán “Ingrid” y la tormenta tropical “Manuel”. Muchas comunidades fueron afectadas, sin embargo, en un primer recorrido el gobernador Graco Ramírez afirmó que Morelos no necesitaba ser incluido en la lista del Fondem (Fondo para Desastres Naturales). Al otro día cambió de opinión.
El gobernador ordenó a la Secretaría de Información y Comunicación Social que emitiera un boletín donde se indicara que Morelos quedó en la lista del Fondem, publicada en el Diario Oficial de la Federación. Le interesaba mucho que quedara registrado el desastre natural que sufrió Morelos.
La razón se conocería hasta el 11 de diciembre del 2013, cuando se publicó en el Diario Oficial de la Federación, un “Convenio Modificatorio” para reasignar 42 millones de pesos que la Secretaría de Turismo a nivel federal había etiquetado para obras en materia de desarrollo turístico.
La Ley establece muy pocas excepciones para reasignar recursos, una de ellas es que ocurra un desastre natural, y ese fue el argumento esgrimido por el gobierno de Morelos.
“Con fecha 26 de septiembre de 2013 ante las graves afectaciones en la entidad federativa provocadas por el huracán “Ingrid” y la tormenta tropical “Manuel”, el Poder Ejecutivo a través de la Secretaría de Gobernación emitió la declaratoria de desastre natural por la ocurrencia del huracán “Ingrid” y la tormenta tropical “Manuel” (inundación fluvial) del 13 al 16 de septiembre del 2013 en cuatro municipios del estado, declarando como zona de desastre a los municipios de Amacuzac, Puente de Ixtla, Tlaquiltenango y Jojutla, de la entidad federativa para prestar auxilio inmediato a la población cuya seguridad e integridad está en riesgo por los daños causados por dicho fenómeno hidrometeorológico”, dice el convenio modificatorio.
Agrega que “en atención a dicha contingencia, el secretario de Turismo de dicha entidad federativa, mediante oficio ST/633/2013 solicitó al subsecretario de Operación Turística de la SECTUR, generar un convenio modificatorio al convenio con la finalidad de ampliar los proyectos derivados del convenio”.
Y bajo esa justificación, las obras que estaban destinadas a diversos municipios fueron desviadas hacia la arena Teques bajo el concepto de “trabajos de albañilería, herrería y pintura de la imagen urbana en la carretera estatal Tehuixtla-Jojutla; electrificación y alumbrado público del acceso de la autopista a Tequesquitengo; y Terracerías, Obra Civil y Jardinería para la Rehabilitación de la Arena Teques”.
Lo extraño es que el acuerdo modificatorio fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 11 de diciembre del 2013, y las obras antes mencionadas ya habían sido ejecutadas semanas antes del concierto, que fue el 5 de octubre.
Sólo hay dos posibilidades:
Uno, que Graco contrató a una empresa o varias empresas para que hiciera las obras “a crédito”; dos, que las obras se pagaron dos veces, la primera con recursos estatales, y la segunda con los recursos federales que se consiguieron mediante el convenio modificatorio.
LAS PALMERAS EXÓTICAS DE JAIME ÁLVAREZ
En una supervisión que realizó la primera dama del estado cuando apenas se estaba acondicionando la “Arena Teques”, hizo notar que hacía falta unas palmeras. El entonces secretario de Turismo, Jaime Álvarez Cisneros, se ofreció a conseguirlas, y para ello pidió el apoyo del empresario Roberto Abe Almada, quien amablemente donó unas palmeras exóticas que tenía en su balneario, con la condición de que el gobierno se encargara de su traslado a Tequesquitengo.
La Secretaría de Turismo se encargó de arrancar las palmeras, subirlas a unos trailers y trasplantarlas en Tequesquitengo. Lo que no sabían es que para hacer ese tipo de maniobras requerían un permiso especial de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, dependencia que encabezaba en ese momento Francisco Moreno Merino.
La Profepa, con el apoyo de la Policía Federal, detuvo los camiones con las palmeras exóticas, y estuvo a punto de poner a disposición de la Procuraduría General de la República (PGR) a los camiones con su carga y sus choferes.
Pero los deseos de la primera dama no podían quedar sin ser cumplidos, así que una llamada del gobernador Graco Ramírez Garrido a Francisco Moreno Merino, y al entonces delegado de la PGR, Marcelino Vázquez Huitrón hizo posible que –violando toda normatividad en materia ambiental- las palmeras pudieran llegar a su destino.
SÍ HABRÁ “CREE”, PERO NO CON RECURSOS DEL CONCIERTO
El concierto de Plácido Domingo sí se llevó a cabo y se vendieron 13 millones y medio de pesos en boletos publicitando que se trataba de un evento “altruista” (según cifras proporcionadas por el gobierno en respuesta a una solicitud de información pública), pero esos recursos no fueron utilizados en la construcción del Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE) prometido.
A finales del 2015 el gobernador Graco Ramírez y la presidenta del DIF Morelos, Elena Cepeda, colocaron la primera piedra para la construcción del Centro de Rehabilitación y Educación Especial (CREE) Morelos, en el municipio de Emiliano Zapata, donde se brindará atención integral de alta especialidad a niños, niñas, adolescentes y personas adultas que padecen alguna discapacidad, pero se dejó en claro que los 360 millones de pesos que costará serán otorgados por el Sistema DIF Nacional.
Para lo único que alcanzó -a decir de Graco Ramírez y su esposa- fue para elaborar el proyecto ejecutivo.
Eso sí, la fiesta fue digna de la realeza española, según dieron cuenta las revistas de sociales más prestigiadas del país.