Ambulantes y transportistas temen represalias contra la organización y buscan otras siglas para amparar sus actividades.
Continúa el éxodo de afiliados del Nuevo Grupo Sindical (NGS)especialmente los vendedores ambulantes que se amparaban en las siglas de la organización para ocupar ilegalmente las zonas públicas del primer cuadro de Cuernavaca.
Directivos del NGS admitieron que la situación “se les complicó” después de que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo el 9 de mayo desde la Ciudad de México que el ataque a tiros que cobró la vida de dos líderes cetemistas había sido “un enfrentamiento entre grupos sindicales”, en referencia a la disputa por el control de las calles y de los contratos de obra que el Nuevo Grupo Sindical tiene desde hace años con la organización priista.
Disidentes del grupo señalaron –de manera anónima, por temor a represalias- que ya no se sienten respaldados por las huestes que encabeza Bulmaro Hernández Juárez, por lo que han buscado cobijarse bajo otras siglas.
Explicaron que lo mismo pasa con los camiones materialistas y los taxis. En el primer caso, los cetemistas han logrado contratos nuevos y vuelven a pelear a sus rivales todos los espacios que antes controlaban.
Personas ligadas a los dirigentes del NGS admitieron que aún no logran reponerse de los señalamientos hechos desde la capital del país por el presidente de México, ya que eso provocó que los afiliados sintieran temor a represalias institucionales, por lo que una parte ha optado por buscar otras opciones.
“Creemos que esto es temporal y en cuanto se olvide el tema y al ver que los cetemistas no los protegen se regresarán, pero para eso es importante que ya no se hable del asunto… (en referencia al asesinato de Jesús García y Juan Manuel García Bejarano).