La división que se vivió al interior del Partido Revolucionario Institucional (PRI) Morelos por más de dos semanas fue orquestado por un grupo opositor cuya intención es la desestabilización de la estructura con miras al proceso electoral 2020, aseguró el priista Alberto Martínez González.

En conferencia de prensa, el exdiputado local anunció que se mantiene como presidente del Comité Directivo Estatal del PRI en Morelos, “firme en convicción hacia el apoyo de unir y sumar al partido respaldado por la militancia del estado y con el compromiso de buscar la representatividad en las próximas elecciones”.

Martínez González perdió sus derechos políticos después de que el delegado del Comité Ejecutivo Nacional, Josué Cirino Valdés Huezo, lo denunció por agresiones físicas y verbales ante la Comisión Nacional de Justicia Partidaria del PRI, el pasado 4 de diciembre, por lo que se LE inició el procedimiento sancionador.

El 5 de diciembre el Comité Ejecutivo Nacional admitió el acuerdo en el que se removió del cargo de presidente del Comité Directivo Estatal del PRI pero sin haberle notificado de manera personal, solo con la publicación en la página oficial el 9 de diciembre.

Ante esa situación, Martínez promovió en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) un juicio para la protección de los derechos políticos electorales del ciudadano, señalando las violaciones que se cometieron en su contra.

Posteriormente, el 13 de diciembre el TEPJF reencausó el juicio para que lo resolviera el Tribunal Estatal Electoral (TTE) señalando prestar atención al derecho humano del acceso a la justicia pronta y expedita contemplada en el artículo 17 constitucional, con lo cual ordenó pronunciarse respecto a las medidas precautorias que fueron solicitadas por Alberto Martínez.

Una vez que fueron analizadas las pruebas que existían en contra del dirigente estatal priista para acreditar su autoría en las agresiones que sufrió Josué Cirino Valdés, no se comprobó su responsabilidad en los hechos violentos.

Ante la falta de pruebas, dijo Martínez González, el TEE confirmará que existieron “un cumulo” de violaciones a sus derechos políticos por parte de la Comisión Nacional de Justicia Partidaria y confirmará el derecho para continuar ejerciendo el cargo de presidente del Comité directivo estatal del PRI, aseguró.

“El partido vivió la conspiración de actores políticos morelenses que de manera dolosa incitaron a la dirigencia nacional actuar de manera frontal en mi contra y en contra de la estructura del partido en Morelos pero el delegado enviado del Comité Ejecutivo Nacional, Josué Cirino Valdés Huezo, propició los hechos de agresión y denunció sin fundamento”, expresó el priista.

De igual modo, señaló que el Comité Directivo Estatal no ha incurrido en ninguna falta a los estatutos del partido ni al proyecto del líder nacional Alejandro Moreno Cárdenas.

Sin embargo, la resolución del TEE solo le concede la recuperación de sus derechos partidistas, pero no hace referencia a conservar la presidencia del comité estatal.