Historia de las elecciones en Morelos
El domingo 17 de marzo de 1985 en el que era el salón de los relojes del Hotel Casino de la Selva se instaló la sala de prensa del PRI para los enviados de los medios de comunicación de todo el país. La atención al estilo priista de los tiempos de carros completos. Se contó con la tecnología del momento, líneas telefónicas abiertas y télex para el envío de textos a los periódicos. Al frente lució un gran círculo tricolor con las siglas PRI; abajo, una mesa para las conferencias de prensa, amplias mesas de trabajo equipadas con las máquinas mecánicas de escribir del momento, Olivetti y Remington, pertenecían a planteles educativos según informaron los anfitriones; las regresarían a la mañana siguiente.
Primero un recorrido matutino por diversos puntos de la entidad para constatar la instalación sin contratiempos de las urnas transparentes y observar el flujo de los votantes. Se identificaban con un cartón tamaño credencial sin fotografía; así funcionaban los padrones de aquella época. Se realizaban en espacios públicos y con máquinas mecánicas.
En una casilla, un hombre de piel curtida al sol, manos con el signo del trabajo de campo sombrero y un juego de credenciales, el reportero le cuestiona “y esas credenciales, ¿de quién son?”. Chamarra afelpada a cuadros, responde con voz firme: “de mi familia. Yo voto por ellos para que no se equivoquen y voten por quien no deben”.
Poco después de las 15 horas, citan a conferencia de prensa en sala priista. Ahí aparece un grupo que fue presentado como de dirigentes y candidatos de diversos partidos; apoyados por la representación del gobierno local, informan y reconocen que en todos los municipios y todos los distritos el PRI había logrado la mayor votación y así daban por cerrada la jornada.
Las casillas se instalaban a partir de las 8 horas; cerraban a las 6 de la tarde. Aunque el resultado que contenían las urnas transparentes ya había sido anunciado y reconocido por quienes podían exigir alguna revisión sobre las cifras.
En 1997, doce años después de aquella histórica jornada y 9 posteriores a la primera derrota reconocida en lo legítimo pero nunca en lo legal del PRI, en 1988 cuando en Morelos Carlos Salinas de Gortari obtiene menos votos que Cuauhtémoc Cárdenas, se realizan las primeras elecciones organizadas y sancionadas por una estructura ciudadana y por un poder con autonomía, el Instituto Estatal Electoral y sus 5 concejeros y el Tribunal Estatal Electoral y sus 3 magistrados.
El PRI logra poco más de 162 mil sufragios que le significan el 34 por ciento de la votación; el PRD, 162 mil y el 33.6 por ciento. El PAN obtiene Cuernavaca, la capital del estado, por menos de 400 votos; en total logra 86 mil sufragios, es decir, el 18 por ciento, y el Partido Civilista, 25 mil, lo que le representó un escaño en el Congreso local. El Congreso quedó integrado por 13 diputados del PRI, 11 del PRD, 5 del PAN y 1 del PCM. Terminó la era de “el Carro Completo”.
En el 2000, participaron 620 mil ciudadanos. De éstos, 339 mil apoyaron al PAN dando el triunfo a Sergio Estrada Cajigal. Con el 55 por ciento de los sufragios emitidos, el PRI logra 169 mil, es decir, el 27.3 por ciento y la Alianza Por Morelos, que encabeza el PRD, 78 mil 500, lo que significó el 12.7 por ciento. Ahí quedaron anulados 12 mil 575 sufragios.
Fue en esa elección donde los partidos pudieron constatar que existe un interesante porcentaje de voto diferenciado, ya que los mismos partidos obtuvieron cifras distintas en la elección de diputados locales. El PAN recibió 255 mil que es el 41 por ciento, así logró llevar a 15 legisladores, 10 uninominales y 5 de representación proporcional, el PRI consiguió el 28.6 por ciento con 178 mil votos y así tenía 12 legisladores: 8 de distrito y 4 de representación proporcional; la Alianza del PRD recibió 123 mil, es decir, el 19.8 por ciento, pero no triunfa en ningún distrito y sólo logra 3 espacios plurinominales.
En los municipios, el PAN obtiene 238 mil que es el 39 por ciento y triunfa en 8 municipios, el PRI logra 188 mil lo que le representa el 30.6 por ciento y es mayoría en 15 Ayuntamientos, mientras que el PRD a través de su alianza se lleva 129 mil, el 21 por ciento, y gobierna 7 localidades. Ésta fue la primera elección concurrente que celebró el mismo día la local y la federal.
En el 2003 algunos partidos disminuyen su simpatía en tanto otros incrementan. Así el PAN se lleva el 28 por ciento con 150 mil sufragios 9 municipios y en el Congreso 145 mil votos y 9 distritos, el PRI logra 136 mil votos, el 25 por ciento y 12 municipios, en tanto que para la Cámara de Diputados le dan 131 mil 500 votos para 5 diputados de distrito y 3 plurinominales; mientras que el PRD logra en los municipios y en el Congreso casi los 120 mil sufragios, así gobierna 9 localidades y lleva al Congreso a 4 diputados de distrito y 4 plurinominales, el Partido Verde lleva 3 legisladores y Convergencia 2 por la vía de la representación proporcional y con el 9 y el 6 por ciento de la votación respectivamente.
En el 2006 la participación total llega a los 700 mil votantes y es cercana al 60 por ciento del padrón. Para la gubernatura, el PAN logra el 35.14 por ciento con 247 mil votos, el PRD-PT-Convergencia logra 219 mil y se lleva el 31.26 por ciento, el PRI obtiene 165 mil votos con el 23.58 por ciento y queda como tercera fuerza por primera vez en su historia, 21 años después de haber impulsado la utilización de las urnas transparentes.
En esa ocasión los distritos locales quedaron de la siguiente manera: 9 en manos del PAN y 9 en manos del PRD. Sólo integraron al Congreso diputados de representación proporcional. En ese conteo, el PAN obtiene 223 mil sufragios, el 32.2 por ciento, y el PRD 217 mil, es decir, el 31.3 por ciento, el PRI está 10 puntos abajo con el 20 por ciento de 137 mil votos.
En el plano federal, en Morelos triunfa el PRD con Andrés Manuel López Obrador sobre Felipe Calderón y quedan en primer lugar los candidatos a senadores. En los distritos federales, 3 son para el PAN; 1, para el PRI, y uno, para el PRD, junto con el senador perredista de primera minoría. Es la primer ocasión que el PRI no tiene senador por Morelos.
En los municipios, el PAN logra 210 mil votos y gobierna 7 localidades; 209 mil 500, el PRD y está al frente de 15, cada uno con el 30.5 por ciento de los sufragios, mientras que el PRI se queda con el 23 por ciento que le dan 160 mil votos y gobierna 5 localidades.
En el 2009 el resultado advierte, según especialistas, que Morelos avanza de la transición a la alternancia, y advierten que la transición se inició al concluir el ciclo del partido hegemónico, en 1997, cuando el Congreso deja de ser de mayoría priista y se integra bajo un esquema plural donde las determinaciones son tomadas por los representantes de todos los partidos políticos. Así lo consignan las cifras.
En esta ocasión el PRI obtiene el 29 por ciento de la votación con 184 mil sufragios y es mayoría en 15 distritos, el PAN registra 141 mil votos, el 22 por ciento en toda la entidad, pero sólo logra el mayor número en 3 demarcaciones, el PRD obtiene 123 mil votos, el 18 por ciento, y al igual que el PRI en el 2006 no logra un solo distrito.
Además el PRI regresa a gobernar Cuernavaca luego de 12 años de gobierno panista y conquista el mayor número de municipios entre los que también destacan localidades importantes como Cuautla y Temixco, el PRD triunfa en Jiutepec y en otras localidades. En esta ocasión a nivel federal en Morelos los 5 distritos son para el PRI, lo que lo convierte en la primera fuerza luego de 12 años, ya que en julio de 1997, en la elección federal, el PRD triunfó en 3 distritos y el PRI en 1. En aquella época eran 4 distritos; a partir del 2006, son 5.
Al respecto, Juan Salgado opina “es necesario vigilar el despilfarro de las precampañas que se han iniciado. Hay que cuidar el voto y el manejo de los medios. Es manifiesto el riesgo de intervención de factores externos. Los poderes fácticos económicos, mediáticos y de delincuencia organizada han avanzado a grado tal que contaminan la esperanza de la ciudadanía de una elección limpia transparente y equitativa”.
“Valió la pena intentar la democracia cuando se dio el cambio, pese a que fui uno de los damnificados. Se generaron muchas expectativas. La gran campaña de denostación generó una expectativa que Fox no cumplió y Calderón tampoco. El PAN metió reversa en los procesos de cambio que requería el país”.
Por su parte, Oscar Granat, consejero presidente del IEE y quien será junto con otros 4 consejeros ciudadanos el responsable de organizar la contienda que consideran dará paso a la alternancia, indica que el sistema de partidos garantiza hoy la realización de los procesos electorales de forma pacífica y confirma la gobernabilidad y la paz. Sin embargo, sí limita el acceso ciudadano, y reconoce que las candidaturas independientes, la ley de partidos, la posibilidad de la reelección y la ley de participación ciudadana en torno al plebiscito, el referéndum, la consulta pública y la revocación de mandato son pendientes de la vida democrática moderna.