Lo anterior lo reconoció el mismo Espín Navarrete que aseveró que primero el Congreso deberá buscar las condiciones entre los diputados, específicamente con sus compañeros de bancada, para luego tratar de conciliar con el resto de las fuerzas políticas y poderes del estado.
En entrevista, el diputado priista admitió que existen diferencias entre la bancada del PRI, que han impedido concretar una reunión con el secretario de Gobierno, Óscar Sergio Hernández Benítez, con quien, se suponía, se reunirían la semana pasada.
“La verdad es que estamos esperando a que las condiciones se den. Tenemos primero a interior del Congreso platicarlo, sobre todo al grupo parlamentario del PRI, al cual yo pertenezco. Hay inquietud de que este pacto no se lleve a cabo”, dijo.
Incluso, dejó ver que si no se logran acuerdos al interior del grupo parlamentario del tricolor, entonces el Pacto de Civilidad y Congruencia Política no se llevará a cabo.
“Lo que sí es importante decir que fue una propuesta de la Mesa Directiva. Yo como presidente y como dirigente del Congreso del Estado, vi la necesidad de una buena comunicación, interlocución entre todos los poderes y actores políticos”, agregó.
El presidente de la Mesa Directiva dijo respecto a la cita que habían acordado con el gobernador Marco Adame Castillo hace unos días, cuando se reunieron en Casa Morelos, que nunca se concretó porque tampoco fue convocada por el encargado de la política interna, Óscar Sergio Hernández Benítez.
“Estaremos analizando todas las posibilidades y si hay condiciones, se llevará a cabo. Lo importante es que exista disposición de todas las partes, porque es importante que un pacto como éste se lleve a cabo para lograr tranquilidad durante el proceso electoral”.
Fue el primero de febrero cuando Julio Espín Navarrete presentó ante el pleno del Congreso del Estado la propuesta de firmar un Pacto de Civilidad y Congruencia Política. Sin embargo, el coordinador de los priistas, Omar Guerra Melgar, y el dirigente estatal del PRI, Amado Orihuela Trejo, advirtieron que no apoyarían este encuentro entre poderes y partidos políticos.