Consideran que varios de ellos requieren protección y aprovecharán la comparecencia de Uriel Carmona.
Al menos cinco legisladores podrían solicitar seguridad personal tras el feminicidio de su homóloga Gabriela Marín Sánchez y, de acuerdo con el diputado Julio César Solís Serrano, también analizan reforzar la vigilancia en el recinto del Poder Legislativo.
El diputado que preside la Comisión de Seguridad en el Congreso del estado informó que este jueves se reunirán con el fiscal general, Uriel Carmona Gándara, quien dará a conocer los avances en las investigaciones del feminicidio de la legisladora de Morelos Progresa, que este miércoles cumplió una semana.
Solís Serrano expuso que tienen el conocimiento de que tres líneas de investigación son las que sigue la Fiscalía General del Estado (FGE) en el caso de Marín Sánchez.
Sin embargo, admitió que hasta el momento se desconoce si ya se tiene identificados a los presuntos autores materiales e intelectuales del feminicidio.
Además de conocer la carpeta de investigación por el caso de su homóloga, el diputado de Movimiento Ciudadano (MC) dijo que también solicitarán al fiscal Carmona Gándara su apoyo para aumentar la seguridad de algunos legisladores.
Refirió que al menos cinco de los integrantes de la LV Legislatura se encuentran más vulnerables ante la delincuencia.
"Me preocupan diputados como la diputada Verónica Anrrubio, que se traslada ella sola (y) que vive en el oriente del estado y muchos otros diputados que siempre están solos", añadió.
También refirió que es necesario implementar en el Congreso local "medidas más estrictas, desde luego no armas, pero sí incrementar el número de elementos de seguridad y protocolos un poco más estrictos para el ingreso y el desplazamiento al interior", apuntó.
Editorial
Más dinero gastado
Aunque el asesinato de la diputada Gabriela Marín fue una desgracia para toda la sociedad, al menos una parte de los legisladores busca capitalizar la nefasta acción. O no puede entenderse de otra manera el hecho de que pidan a una institución notoriamente escasa de personal que se les asigne vigilancia especial.
El Congreso del estado dispone de recursos un 33 por ciento superiores a los que contaba hace dos legislaturas, cuando había 30 diputados.
Hoy quizá sea el mismo presupuesto pero solo veinte legisladores, por lo que hay dinero de sobra para que se paguen la seguridad especial que requieren, pero de los recursos que les fueron asignados y no de los que se destinaron a otros fines.
Parece que nada, ni siquiera una tragedia, puede hacer ver a esos “representantes del pueblo” -como se autodenominaron la semana pasada- que deben cumplir una importante función social, de la que hasta ahora han sido omisos.