Cuando se revisaba en Morelos la posibilidad de que el Partido Revolucionario Institucional dejara el gobierno federal y estatal, Marcos Manuel Suárez Ruiz, ex presidente del mismo y reconocido político local, expresó contundente “será una gallina sin cabeza”, la reflexión estableció el riesgo de que “la musculatura” sin orden ni control empezara a conmocionarse hasta consumir su último aliento.
“En algunos segmentos de la nueva clase política, los viejos vicios y las lacras del antiguo PRI han sido superadas” advierte Juan Salgado Brito, candidato a la gubernatura de ese partido en el 2000, cuando señala: “ la impunidad y los abusos para impulsar los proyectos personales están totalmente fuera de control, en el viejo PRI se tenía mayor pudor”.
Al revisar el resultado de la elección del pasado domingo, el político morelense, indica: “Se veía venir, Enrique Peña Nieto se ha mantenido en campaña desde que preparó su participación para el Estado de México, permaneció en campaña durante toda la administración, fue una revisable pero intensa labor mediática y de resultados de su administración a través del trabajo de base, de vinculación y de aprovechamiento de los recursos del estado”.
Para concluir ese tema, indica que ese resultado es consecuencia de un trabajo político programado, que se realizó a favor de la organización en la que él milita durante toda la administración, no se obtiene empezando a trabajar cuando inicia la campaña, se requiere de un sustento como el que se dio a ese proyecto durante los últimos 6 años, desde que ganaron la pasada elección, no fue producto de una campaña político electoral.
Las expresiones en relación al resultado de la elección del domingo, en Morelos se circunscriben a efecto que el resultado del Estado de México puede tener en la entidad, esta revisión debe incluir la lección que los partidos políticos recibieron de parte de la ciudadanía en la elección de gobernador de Guerrero, en la entidad del sur se evitó que el PRI como franquicia política retomara el control de una entidad que perdió en la contienda anterior.
CUANDO EL PRI PIERDE: GUERRERO 2011
Manuel Añorve Baños por el PRI, PVEM y Panal y Ángel Aguirre Rivero por el PRD, PT y Convergencia, el PAN envió a Marcos Efrén Parra Gómez. Hay que recordar que en aquella elección estuvieron involucrados representantes de todas las fuerzas locales, Graco Ramírez por el PRD, Adrián Rivera fue delegado especial del PAN y los priistas todos a favor del PRI, en esa elección estuvieron más involucrados los morelenses, el resultado se dio -según reconocen- por el enfrentamiento que se dio al interior del PRI y que fue aprovechado como en los noventas por el PRD.
Ángel Heladio Aguirre Rivero como militante del PRI fue secretario particular, secretario de Fortalecimiento Municipal y secretario de Gobierno con Alejandro Cervantes Delgado del 1981 a 1987. Con José Francisco Ruiz Massieu fue secretario de Desarrollo Económico y responsable del Programa Nacional de Solidaridad Candidato del PRI y diputado federal de 1993 a 1996, fue presidente estatal de ese partido, el 12 de marzo de 1996 sustituyó en la gubernatura a Rubén Figueroa Alcocer hasta terminar su gestión el 31 de marzo de 1999. Le sucedió el también priista René Juárez Cisneros.
En el 2003 por el PRI gana el distrito federal electoral VIII de Guerrero y en el 2006 llega al Senado por ser el primer lugar de la fórmula, desde ahí manifiesta su interés de buscar la candidatura a gobernador, en tanto que Manuel Añorve se desempeña como alcalde de Acapulco
En Guerrero el 13 de septiembre del 2010 el PAN resolvió no participar en la alianza Guerrero Nos Une y anuncia la candidatura de Marcos Efrén Parra Gómez, en el PRI el 23 de febrero de 2010 el ex gobernador Rubén Figueroa Alcocer anuncia su apoyo a Héctor Vicario Castrejon, el 6 de agosto la entonces presidenta del PRI Beatriz Paredes anuncia que luego de un acuerdo interno será candidato Manuel Añorve, dejando en el camino a los aspirantes Héctor Astudillo, Héctor Vicario, Ángel Aguirre, Maricela Ruiz Massieu y Sergio Maldonado. El 12 de septiembre una convención de delegados da cumplimiento a la instrucción del Comité Ejecutivo Nacional y declaran formal la candidatura del alcalde de Acapulco.
El Partido de la Revolución Democrática, el 11 de julio de 2010, emitió una convocatoria que fue impugnada por el senador perredista David Jiménez Rubio, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le dio la razón y el PRD expidió una nueva convocatoria en la que se inscribieron Armando Ríos Piter, David Jiménez, Lazaron Mazón Alonso, Cuauhtémoc Sandoval Ramírez y Alberto López Rosas.
El 15 de agosto el PRD aprobó construir una coalición electoral con el Partido del Trabajo y Convergencia, dejando abierta la posibilidad de incluir al PAN y a candidatos externos, dejando abierta la puerta al ex gobernador interino y senador Ángel Aguirre Rivero, quien se manifestó interesado en ser postulado por esa fuerza política, el precandidato Armando Ríos Piter lo rechazaron, el 25 de agosto el Comité Ejecutivo Nacional del PRD aceptó su inclusión, el 26 de agosto el senador anuncia su salida del PRI, el 5 de septiembre el Consejo Político Estatal del PRD lo elige y registra como candidato de la Coalición Guerrero Nos Une.
El 25 de enero de 2011 el candidato del PAN Marcos Efrén Parra Gómez declina a favor de Ángel Aguirre Rivero, la elección se realiza el 31 de enero, Ángel Aguirre obtiene 673 mil votos, 56%, Manuel Añorve 514 mil, 42.6%; y el PAN 16 mil, el 1.4%. Este proceso electoral se dio siendo gobernador el perredista Zeferino Torreblanca, empresario de Acapulco, que fue de los primeros mandatarios en reconocer el triunfo de Felipe Calderón en 2006, también desarrolló algunas acciones en colaboración con la Fundación Vamos México que presidió Martha Sahún, esposa del ex presidente Vicente Fox.
Entre los argumentos que se utilizaron para asegurar que el PRI tenía el triunfo asegurado es que Guerrero es priista, que la violencia que tenía sometido al Puerto de Acapulco en donde fue alcalde el entonces gobernador Torreblanca, había generalizado la decepción de los guerrerenses, que observaban como la violencia se manifestaba en todas las regiones de la entidad y que su mejor abanderado era el entonces alcalde de Acapulco Manuel Añorve, que tenía mayor trabajo y presencia que el senador y ex gobernador de aquel partido.
MORELOS RUMBO AL 2012
El PRI logró este domingo obtener el mayor número de sufragios y con ello 3 gubernaturas, Estado de México, donde gobierna el precandidato más posicionado a nivel nacional Enrique Peña Nieto; Coahuila, donde gobernó Humberto Moreira, presidente del CEN del PRI que permanecerá en esa posición durante los próximos 12 meses, y donde triunfó su hermano Rubén Moreira (cuando un líder político comienza a pensar que es indispensable y que no puede ser sustituido comienza a nacer una pequeña dictadura).
Maricela Sánchez Cortés fue candidata al gobierno estatal por el PRI en el 2006, fue diputada federal y 2 veces diputada local, a ganado 2 elecciones constitucionales y perdido una. Fue presidenta del Comité Directivo Estatal, participó en la contienda por la dirigencia de su organización en la última contienda buscando la Secretaría General con Julio Espín como candidato a presidente, el pasado lunes reapareció para reflexionar sobre las condiciones que enfrenta su organización en Morelos, a un año de que se realice la contienda constitucional.
Algunas de sus expresiones advierten que desde su óptica, su partido está dividido, los 17 alcaldes, los 15 legisladores y la actual dirigencia estatal están dejando mucho que deber a la sociedad, ninguno de los precandidatos tienen un liderazgo real entre la base priista no lo acreditan en los hechos, lo que preocupa a los morelenses no es quien será el candidato priista a gobernador, les ocupa quién será el gobernador.
Agregó que están equivocados quienes piensen que su partido va a ganar por inercia o automáticamente en el 2012, lo que sucedió en el Estado de México fue responsabilidad del los priistas de la vecina entidad y del comité nacional. Como van las cosas en el PRI Morelos hay latentes riesgos, se están quedando muchos pendientes.
En 1998 Víctor Samuel Palma Cesar meses después del resultado electoral de 1997 no favoreció a su organización a nivel federal, cuando dejó de ser mayoría absoluta por primera ocasión escribió un libro llamado la Competencia Política, en el apartado referente a “La Búsqueda de la Alternancia” propone una serie de requisitos que pueden cumplir los institutos políticos, entre los que destacan:
“Privilegiar la competencia política sobre las tentaciones de ejercer el control sobre ella y de intentar alcanzar garantías sobre los resultados, a favor de un partido político”.
“Ofrecer un vía inclusiva para el conjunto de fuerzas políticas, incluido el PRI, de modo que los cambios practicados estuvieran inscritos en una gobernabilidad desde la pluralidad política, superando así prácticas viciosas en una relación del gobierno con los partidos que había sido excluyente, al marginar a una de las fuerzas y al afectar la identidad de los partidos más importantes: PRI y PAN”.
“Alcanzar reformas legislativas que resolverían la competencia política por la ruta de la legalidad, lo que establecía el imperativo de revisar lo que se podría llamar la arquitectura legal del sistema electoral y de atender los factores que llevarán a la equidad en las condiciones de la competencia”.
“Impulsar acciones que animarán una nueva etapa en la contienda electoral, y que a reserva de las reformas legales, abrieran puertas para distensionar un sistema de regulación y resolución de la competencia política, que aún vivía con antecedentes de los conflictos reiterados y que de cara a las elecciones federales de 1994 mostraban nubarrones en el horizonte.
Atrever un concepto que ofreciera una visión integral para impulsar los cambios requeridos en México y superar las limitaciones reiteradas que diversos procesos de reforma habían mostrado en las últimas décadas”.
Estas propuestas, advierte Samuel Palma, formaron parte de los temas del discurso que el 6 de marzo de 1994, dio el entonces candidato a la presidencia de la república Luis Donaldo Colosio, durante la ceremonia de aniversario del PRI.
Esta reflexión formó parte de una amplia lista de revisiones que realizaron los priistas, luego de conocer el ánimo de los electores sin que desde el gobierno se pudieran provocar “caídas del sistema electoral” como el de 1988, candidaturas únicas como la de José López Portillo en 1976 o cualquier acción que permitiera sospechar que el sufragio efectivo y universal no se respetó desde la estructura de poder, al mismo tiempo se han mantenido ánimos y acciones a favor de influir en el resultado, incluso llegando al exceso de desconocer el mandato legal respectivo, y olvidando que las elecciones son desde la sociedad un evento basado en la confianza de quienes buscan la simpatía electoral, de los electores y en torno a quienes organizan y califican ese proceso, algunos estudiosos advierten que este principio no se ha cumplido en México y prueba de ello son la serie de “filtros y candados de seguridad” que tienen las boletas electorales para evitar en lo posible su alteración y manipulación, así como la credencial para votar, que es el documento oficial que utilizan de manera cotidiana los mexicanos.
RUMBO A LA DESCONFIANZA Y LA DESCALIFICACIÓN
El Periódico el Universal publicó que entre la documentación filtrada a través de Wikkileaks y que ya había sido publicada por varios medios internacionales, se consignaba que en el cable 231890 con fecha de octubre de 2009, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Guillermo Galván, pidió imponer un “estado de excepción” en ciertas zonas del país con base en el artículo 69 Constitucional, y que el entonces secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont rechazó imponer dicha medida con base en una resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, pues “no tenía la urgencia legal que Galván señalaba”.
Sin embargo el otrora titular de la Secretaría de Gobernación admitió que en Ciudad Juárez el estado de excepción “podría discutirse” la suspensión de garantías individuales durante un tiempo determinado.
La invocación del estado de excepción hubiera sido semejante al que se implantó en el movimiento estudiantil de 1968, el sismo de 1985, el levantamiento zapatista o el conflicto en Oaxaca durante 2006, dice el cable difundido por Wikilieaks. Algunos analistas advierten que existe la posibilidad de que se establezca esta condición, a consecuencia de la evolución que tenga el proceso electoral del 2012 y sustentan su criterio en la limitada capacidad para controlar la voracidad de algunos de los integrantes de las fuerzas políticas cuando advierten que los poderes fácticos están preparando una elección cuyo resultado ellos puedan inducir y controlar.
Utilizan como punto de referencia las movilizaciones sociales que se dieron en 1988, cuando “se calló y cayó” el sistema para el conteo de votos durante la elección presidencial, que reconoció un mayor número de sufragios para el abanderado priista Carlos Salinas de Gortari.
Y especial atención les llama la movilización que durante varios meses se realizó en todo el país, en 2006, cuando la diferencia de votos entre el candidato del PAN y el abanderado del PRD fue de apenas medio millón de votos, en aquel proceso en Morelos el triunfador fue Andrés Manuel López Obrador por cerca de 100 mil sufragios.
Estos mismos especialistas advierten que la contienda electoral desde su preparación será superior a la capacidad de contener las ansias ilegales de triunfo de candidatos y partido por parte de las autoridades electorales, que fueron rebasadas desde la elección del 2006, las “revelaciones sobre acuerdos previos” como la que hizo Elba Esther Gordillo en relación al compromiso previo que acordó con Felipe Calderón, para que el SNTE movilizara su estructura a favor de su candidatura.
Desde que logró su registro el Partido Nueva Alianza se ha visto involucrado en el apoyo al partido que considere favorece más sus privilegios, en Puebla favorecieron a la alianza que derrotó al PRI en la elección pasada, a los pocos meses y en otra entidad aparecen apoyando al partido con el cual la dirigente magisterial rompió cuando era secretaria general durante el liderazgo de Roberto Madrazo Pintado.
Este tipo de conductas de algunos integrantes de la clase política, advierte que el gobierno federal podría intentar imponer un “estado de excepción” que modificara o suspendiera el resultado electoral del 1 de julio del 2012.
El estado de Morelos enfrentará una condición singular, los integrantes que hoy forman parte del Instituto Estatal Electoral, que preside Oscar Granat Herrera, permanecerán al frente hasta que concluya la jornada electoral, condición diferente tiene el Tribunal Estatal Electoral, integrado por Fernando Blumenkron, Oscar Añorve y Hertino Avilés. La revisión de esa estructura la realizará el Congreso del Estado en el inicio del 2012, en el tiempo en el que se intensifica el activismo al interior de partidos políticos, porque están por decidir bajo qué método y en que momento elegirán a sus candidatos a diversos puestos de elección popular: gobernador, senadores, diputados federales, propietarios y suplentes; diputados locales propietarios y suplentes; diputados plurinominales federales y locales, propietarios y suplentes; presidentes municipales, síndicos y regidores.
Durante ese proceso es tradición que un importante número de legisladores locales propietarios dejen la representación popular, para involucrarse en la búsqueda de espacios públicos para ellos y para sus equipos de trabajo, el ritmo al interior del Congreso se complica y provoca conflictos como el que se prevé para el Tribunal Electoral.
Desde la ciudadanización de los procesos electorales, los nombramientos que al inicio se dieron por reconocimiento social y preparación académica, se han partidizado en cada sustitución. Hoy magistrados y consejeros ciudadanos son señalados de simpatizar con alguna organización o personaje, lo que complica la sustitución de los integrantes del tribunal, por ello algunos establecen que deben ser reelectos para un periodo más de 4 años, dada la experiencia que tuvieron en el 2009.
Una sentencia de aquella elección complica la reelección de los de los funcionarios, cuando se analizó el número de espacios que por la vía plurinominal le correspondían al PRI, determinaron a través de una sentencia que fueran 3 y el Congreso se integraba por 18 diputados del PRI y 12 del resto de los partidos. La instancia federal determinó revocar aquella sentencia y el PRI conservó los 15 que logró por vía del triunfo electoral y los otros 15 espacios quedaron en manos del PAN, PRD, PVEM, Convergencia y Panal y PT. Para ser reelectos los magistrados requieren del apoyo de 20 de los legisladores, con los priistas no alcanzan.
Esta condición puede complicar el inicio del proceso electoral por la belicosidad política que puede desatarse por la intención de cada partido de imponer a un magistrado, hoy son señalados por priistas por aquella determinación y los otros partidos los observan con desconfianza. La inexperiencia en un resultado de menos de 2% puede provocar que la elección de gobernador se judicialice con el consecuente desgaste postelectoral y la desconfianza que exista sobre los magistrados, es un tema que los partidos están posponiendo en una solución sólida, para iniciar su proceso de “ganar espacios sobre la mesa” al margen de los que la sociedad les otorgue a través del voto, condición que confirma el alto nivel de desconfianza con el que se celebrará la próxima elección. Se violenta desde esta instancia el mandato constitucional que establece que “La Suprema Corte es el órgano de control de la Constitución”.
DESPUES DEL RESULTADO
En cada instituto político se registró una reacción diferente, quienes militan en la organización que logró el mayor número de sufragios, se volcaron al festejo individual, el primero en reacción fue el ex presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Jorge Meade Ocaranza, quien a pocos minutos de que se conociera la tendencia, emitió un comunicado en el cual establece que es importante mantener la unidad en relación a la posibilidad de triunfo que la obtención de una candidatura, en lo individual ya inició su campaña para ser tomado en cuenta como candidato a la gubernatura y este martes envió otro comunicado, exhortando a funcionarios morelenses de su organización a dedicarse más al trabajo que hoy tienen y reconozcan que el triunfo no se obtiene por contagio.
Algo ha mostrado en la primera semana posterior al resultado electoral más importante de 2011, el PRI Morelos, que el acuerdo construido para impulsar las candidaturas en el 2009, se rompió a las pocas horas de que conocieron los resultados, que las diferencias crecieron durante el proceso de elección de dirigente estatal, que el presidente al que apoyaron todos los priistas, que se unificaron para evitar el reingreso de Maricela Sánchez y su grupo a la dirigencia estatal, rompió el acuerdo que tenían y hoy todos le reclaman a Amado Orihuela que cumpla el compromiso que hizo de dedicarse a dirigir el partido y no utilizarlo para buscar la candidatura a gobernador y que Maricela Sánchez está de regreso en el escenario público o como dicen sus cercanos nunca se alejo.
Muchas de las condiciones que se dieron en 1999, cuando los priistas llegaron al proceso de selección de candidatos divididos en dos grupos que no pudieron reconciliar diferencias, luego de la consulta que determinó que fuera Juan Salgado el abanderado, sobre Rodolfo Becerril, se están repitiendo con los mismos y otros actores.
Algunos priistas señalan que existen acuerdos entre algunos integrantes de su partido y Acción Nacional, para disminuir a través de la descomposición interior las posibilidades de triunfo del tricolor, sea quien sea el candidato la primer agresión de Acción Nacional al PRI se dio cuando en el Instituto Municipal Electoral el representante de esa organización se negó a reconocer durante mas de tres días el triunfo del candidato a la presidencia municipal Manuel Martínez Garrigós.
Su estrategia avanzó con la serie de compromisos incumplidos durante el proceso de entrega recepción, entre los que destacaron las renuncias de todos los empleados de confianza que llegaron desde aquel partido y que durante las últimas semanas de la anterior administración observaron como se mejoraron sus niveles salariales y se incrementaron sus garantías para permanecer en la nómina municipal.
El Partido Acción Nacional apenas reaccionó en Morelos, su primer comentario fue a través de un comunicado, en el que informan que los integrantes de la Comisión Política de esa organización expresaron su respaldo al presidente del Comité Nacional, Gustavo Madero Muñoz, aseguran que se encuentran totalmente unidos y dedicados a fortalecer su organización para participar el año próximo.
Los integrantes de la Comisión Política del Comité Ejecutivo Nacional del PAN brindaron un amplio respaldo al presidente Gustavo Madero Muñoz para conducir el fortalecimiento del partido respecto a los retos electorales que se viven rumbo al 2012.
Festejan también el haber logrado triunfar en 8 municipios de Nayarit y 8 del estado de Hidalgo, y dan a conocer la lista de participantes en aquella reunión: la secretaria general del CEN del PAN, Cecilia Romero Castillo; el secretario de Acción de Gobierno, Juan Molinar Horcasitas; el director jurídico Arturo Salinas, el gobernador de Morelos, Marco Antonio Adame Castillo; los secretarios de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo; y del Trabajo, Javier Lozano Alarcón.
El presidente del PAN en el DF, Obdulio Ávila Mayo; los senadores José González Morfín, Santiago Creel Miranda, Rodolfo Dorador y la diputada local Mariana Gómez del Campo.
También participaron el secretario particular del presidente de la república Roberto Gil Zuarth, la vocera de la Presidencia, Alejandra Sota Mirafuentes; los consejeros María Elena Álvarez, José Luis Salas Cacho; y el subsecretario de Gobierno de Gobernación, Juan Marcos Gutiérrez.
Juan Salgado Brito establece que el PAN y el PRD deben ponerse a trabajar y deben recapacitar y entender que las elecciones se ganan con los ciudadanos, a ningún partido le es suficiente el apoyo de sus simpatizantes y militantes para ganar un proceso constitucional, y las confrontaciones actuales los han alejado de la sociedad.