“La reforma al Poder Judicial de Morelos abrió las posibilidades al magistrado Jaime Castera de contender por la presidencia del Tribunal Superior de Justicia de Morelos, a pesar de los antecedentes de corrupción del magistrado y de su padre, quienes han utilizado el tráfico de influencias para resolver sentencias favorables a cambio de millonarios moches a los jueces de primera y segunda instancia”, afirmó el abogado Marco Fabián Cruz, representante de la Asociación Abogados contra la Corrupción.
El jurista afirmó que “la historia de corrupción de los Castera data de años atrás, cuando el padre del magistrado intercambió su magistratura con un notario, al que le habían prometido la concesión de una notaría para su hijo. El magistrado Manuel García Quintana es quien opera desde el tribunal de justicia administrativa a favor del despacho de los Castera y es parte de la red de funcionarios públicos que se aprovechan de sus cargos para enriquecerse, y fue éste quien comparece con los notarios en Cuernavaca para gestionar los acuerdos entre las partes involucradas y es el principal operador para que el hijo fuese magistrado”.
Dijo que “ante el incumplimiento del acuerdo, y para poder recuperar los 10 millones que pagaron por la notaría, negoció la magistratura en el Congreso para uno de sus abogados, Jaime Castera. Con relaciones estrechas con el panismo y el priísmo, Jaime Castera tiene que estar inhabilitado, o en la cárcel, porque además de estar en la nómina del TSJ, ganando 100 mil pesos mensuales, también tiene su despacho particular ubicado en el bulevar Juárez, número 43, de esta ciudad capital, ya que pesan denuncias en la fiscalía anticorrupción en su contra”.