Los partidos políticos y quien resulte ser gobernador deben construir una relación en torno a privilegiar el crecimiento de la entidad, sin colores, sin privilegios individuales y de grupo. Así lo hemos planteado con las distintas fuerzas, aseguró el empresario que rendirá protesta en los próximos días como dirigente del organismo que aglutina a las representaciones empresariales de la entidad, al revisar cuál ha sido la relación que han guardado los empresarios y los “hombres de negocios”. Por diversas causas, aseguró que durante los últimos años no se ha cumplido en lo económico la función que ha cada quien le corresponde.
Somos una sociedad más participativa. Los retos en materia económica nos obligan a actuar con mayor responsabilidad. Hay que dejar atrás la visión de que todo debe atenderlo el Poder Ejecutivo. A los partidos políticos y a los legisladores hoy les corresponde estar a la altura de su responsabilidad en un gobierno plural y de alternancia.
Desde Coparmex, advierte el ex dirigente de aquella organización, hemos insistido en que debe existir sólo el gobierno que sea necesario y dar paso a la participación de la sociedad tanto como sea posible. Desde esa condición exigir a los actores públicos mayores resultados y un desempeño cuya eficiencia se refleje en la elevación de los resultados sociales y económicos que se tengan en cada gestión.
Morelos es envidiable. Tenemos de vecino al mercado más grande de América Latina. Somos paso obligado entre el Pacífico y el Golfo. Tenemos clima. Hay lugares donde está demostrado que se puede ser eficiente con poca población y en territorios reducidos, concluyó el representante empresarial.
La relación más compleja que enfrentan el gobierno y los partidos políticos en Morelos es con el sector empresarial, impulsado y protegido por los gobiernos priistas durante el “Desarrollo Estabilizador”, golpeado por los enfrentamientos entre priistas durante dos décadas y distanciado del proyecto panista que ha privilegiado la estructura tendiente a consolidar “empresarios ricos propietarios de empresas pobres”. Enfrenta una crisis de identidad que tendrá su efecto en el proceso electoral.
Morelos es una entidad que se reorganizó a partir de 1930, cuando concluyó la crisis de gobernabilidad que provocó que durante una década fueran gobernadores una veintena de personajes diferentes. En aquella etapa, se quiso impulsar un proyecto tendiente a detonar la vocación turística de la entidad.
A nivel nacional, 1940 es señalado como el punto de partida de un período de la economía mexicana que se conoce como "modelo de sustitución de importaciones". Debido a los efectos de la Segunda Guerra Mundial, la demanda de los bienes mexicanos se elevó y trajo consigo una elevada tasa de empleo. Algunas empresas incrementaron los turnos de trabajo para satisfacer las demandas
internas que no podían ser satisfechas, porque los países europeos padecían los horrores de la Segunda Guerra Mundial.
Otro factor que propició este modelo fue la política del presidente Ávila Camacho (1941-1946) porque prometió indemnizar a los ex dueños de la industria petrolera mexicana, reconocer la deuda de los bonos vencidos y se estimuló la inversión extranjera en los ramos de la manufactura y el comercio. También el presidente Miguel Alemán (1947-1951) impulsó más este modelo; controló fuertemente la importación de bienes de consumo, pero fue flexible con los bienes de capital. México vio llegar maquinaria y equipo extranjero adquiridos con las ganancias logradas durante los años de guerra.
Los empresarios mexicanos de ese tiempo fueron también causa del fortalecimiento de este modelo. Negociaron las paces con el gobierno, aceptaron la necesidad de una reforma económica y social y pensaron en una expansión de los mercados nacionales y extranjeros. Los beneficios se extendieron a toda la población. Se le conoce como la época del "Milagro Mexicano".
Su máxima expresión fue en el “Desarrollo Estabilizador”, época en que Antonio Ortiz Mena estuvo a cargo de la Secretaría de Hacienda. Durante esta época, se dio el famoso 12.50 del dólar, lo que demostró la estabilidad de México, que duró más de veinte años. Este período inició en la Segunda Guerra Mundial, en la que México enviaba materias primas a los Aliados y a cambio recibía maquinaria y tecnología.
A partir de los años 60, se incluyó un proyecto industrial luego de que los japoneses anunciaron su determinación de construir una planta armadora de vehículos en un amplio terreno del municipio de Jiutepec. Las devaluaciones de 1976 a 1994 y los conflictos sindicales provocaron que los proyectos turísticos y los industriales se vieran afectados.
EL AUGE DE LOS SETENTAS
En la década de los setenta, la industria turística fin-semanera significaba una derrama tal que permitía la manutención de un importante número de familias. Llegaban a los balnearios los autobuses escolares rentados por vecinos de colonias populosas del Distrito Federal a pasar el domingo o el sábado, lo que provocaba largas filas de vehículos la tarde del domingo rumbo a la capital del país.
En aquella época, surgieron las discotecas que atraían durante el fin de semana a los habitantes del Distrito Federal con mayor capacidad económica, quienes arribaban desde el sábado a medio día a comer a algún restaurante, ahí permanecían en la sobremesa y de ahí se trasladaban a alguno de los “desveladeros de moda”; en la madrugada, arribaban a los hoteles, algunos almorzaban en el mercado Adolfo López Mateos y por la tarde regresaban a su lugar de origen: “Con los bolsillos vacíos y el ánimo satisfecho por la atención recibida”.
Con aquellos recursos que arribaron cuando la “distancia entre Cuernavaca y el Distrito Federal se redujo” al concluirse la primera súper autopista de cuota del país, las organizaciones empresariales impulsadas por “los hombres de negocios” que apostaron a Morelos desde la década de los 30, empezaron a ganar presencia e influencia política.
En esa etapa, se consolidaron las representaciones estatales de estructuras nacionales entre las que destacan la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos, (Canaco-Servitur), la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac), la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y la Asociación de Industriales de la Ciudad Industrial del Valle de Cuernavaca (Procivac), cada una con sus propias características. También surgieron con fuerza la Cámara de la Industrial del Vestido, la Asociación Nacional de Balnearios (Morelos es la entidad con el mayor número de balnearios de todo el país) y otras hasta integrar el Concejo Coordinador Empresarial en Morelos.
En esa época, surgieron los (empresarios-políticos y los políticos-empresarios) hombres de negocios que luego de participar en las organizaciones de la iniciativa privada, incursionaban en la vida política, en las regidurías, en las diputaciones locales y federales y en las presidencias municipales. Así también se mezclaron con algunos servidores públicos que luego de cumplir su ciclo dentro del aparato de gobierno se iniciaban con éxito en las actividades privadas y se vinculaban con las organizaciones.
Militaban fundamentalmente en dos partidos políticos, el PRI y el PAN, lo que generaba el surgimiento de dos corrientes al interior de estas estructuras cada una vinculada a la ideología de dichos institutos. Los gobiernos buscaban cíclicamente que un empresario simpatizante del PRI estuviera al frente de las organizaciones. Históricamente, la Canaco era más afín al PRI y la Coparmex impulsaba a los panistas. La Canacintra privilegió siempre las necesidades industriales sobre todo cuando las políticas ecológicas de los ochenta impusieron condiciones de respeto a los recursos naturales para las cuales financieramente no estaban preparados.
En aquella época, los comerciantes y prestadores de servicios tenían que afiliarse por ley a la Canaco y los industriales a Canacintra. La militancia existió mucho “en las cuotas” y tenían una relación directa con la autoridad en turno. Ejemplo de aquella relación es la “concesión” que desde principio de los noventa tiene Canacintra sobre el programa de verificación de emisiones contaminantes en los vehículos automotores; esta organización es la “depositaria” del proceso de comercialización de calcomanías de verificación vehicular que les genera una cuota extraordinaria anual por las dos verificaciones que deben pasar cada uno de los cerca de 200 mil autos que circulan en la entidad.
Algunos empresarios iniciaron una serie de protestas exigiendo la libre afiliación a estas organizaciones bajo el argumento de que se “habían creado cámaras rocas para empresarios pobres”. Dos décadas de devaluaciones habían afectado el patrimonio de la mayoría, y a consecuencia de eso, la inscripción obligatoria quedó eliminada. Ahí se diluyó la vinculación empresarios-gobierno-PRI.
El terremoto de 1985 impactó considerablemente en la economía morelense.
La inquietud de muchos habitantes del Distrito Federal por dejar aquella ciudad provocó que en Morelos se manifestara un crecimiento exponencial de la actividad inmobiliaria. Un importante número de propiedades incluso llegó a comercializarse en dólares a consecuencia del temor que los vendedores tenían por la pérdida del valor de sus operaciones a consecuencia de las constantes devaluaciones del peso frente al dólar.
EL TERREMOTO DE 1985
De 1985 a 1990, el crecimiento poblacional y económico en Morelos superó las expectativas y la capacidad de respuesta del gobierno. El municipio de Jiutepec, a donde llegaron el mayor número de pobladores, llegó a tener crecimientos poblacionales anuales superiores al 10 por ciento, convirtiendo a ese municipio en una zona con serios conflictos de seguridad y de servicios públicos.
Un dato que ilustra el crecimiento económico es la entrega de recursos federales y estatales a los municipios de acuerdo al número de habitantes. Estudios al respecto de aquella época, emitidos por una organización empresarial, señalaban que por cada peso por habitante que llegaba a Cuernavaca, a Jiutepec llegaban 20 centavos, lo que provocó una serie de conflictos que en mayor rango subsisten hasta la fecha entre los que destacan la inseguridad pública y el crecimiento de actividades económicas informales y de los llamados “giros negros” (cabarets y cantinas clandestinas).
De 1985 a 1995, Morelos vivió una serie de ajustes económicos que impulsaron cambios sociales y afectaron el control político. El arribo de un importante número de familias del Distrito Federal de todos los niveles económicos y sociales impactó considerablemente las actividades comerciales; por ejemplo, se marcaron por una característica: los tradicionales pobladores de Morelos tenían la costumbre de abastecer la despensa familiar directamente de los mercados Adolfo López Mateos, la Carolina y la Barona, entre otros; los recién avecindados empezaron a surtirse en los nuevos supermercados, estableciendo ahí una primer diferencia entre los locales y los migrantes.
Hoy, los mercados subsisten bajo el esquema de organización, financiamiento y abasto que desarrollaron desde que se instalaron y se mantienen con la misma o menor clientela que tienen desde la década de los ochenta. Hoy, la mayoría de los habitantes de la entidad abastece sus insumos familiares en las franquicias que se han instalado en los puntos más importantes del territorio estatal.
Cuernavaca es la única capital del país cuyos cruceros de mayor impacto tienen instaladas franquicias que han desplazado a la actividad económica local: el del histórico Casino de la Selva, con una terminal camionera y una mega tienda, y el de Teopanzolco, con una franquicia de medicinas, una papelera mayorista y una gasolinera. Ahí, quedaron sintetizadas las confrontaciones entre los empresarios tradicionales, los gobiernos que se han reinventado en lo económico cada sexenio y el avance de una economía globalizada sin orden como la que ha vivido México.
Estos “avances de la globalización” han generado un distanciamiento entre los empresarios tradicionales de la entidad y las autoridades en turno que han privilegiado desde la entrada en funcionamiento del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, el primero de enero de 1994, su relación con los empleados de las grandes cadenas mundiales sobre los acuerdos con los empresarios locales.
LA CIUDAD DE LA CONFECCIÓN
El distanciamiento fue manifiesto durante la administración del general Jorge Carrillo Olea. Sus proyectos económicos más importantes estaban dedicados a satisfacer los proyectos de empresarios ajenos a las organizaciones tradicionales del sector productivo morelense. El más importante fue la Ciudad de la Confección.
Durante el gobierno de Antonio Riva Palacio, se logró establecer una reserva territorial de poco más de 120 hectáreas que fueron presentadas en el último trayecto de la administración como la central de abastos, una zona de acopio, almacenamiento y distribución de insumos al mayoreo, con capacidad para satisfacer durante los siguientes 25 años las necesidades de los pobladores de Morelos, el norte de guerrero y los límites del oriente con el estado de Puebla, según anunciaron los promotores.
La primera piedra fue puesta y se inició la venta de espacios en la primera etapa. La construcción y comercialización de la misma se encargó a una empresa dedicada a la colocación de cinta asfáltica, “Caminos y Pavimentos del Sur”. Al iniciar la nueva administración, el proyecto fue modificado, actitud que en aquel momento se interpretó como “el cumplimiento de una tradición priista”, “eliminar toda huella del antecesor”. Así lo hizo Lauro Ortega con Bejarano, a quien perseguía Riva Palacio con Lauro Ortega al eliminar el programa del bolillo popular y los estanques piscícolas, y ahora correspondía el turno al militar.
En el proyecto, estaban involucrados ex funcionarios federales del sector económico del gobierno del entonces ya ex presidente Carlos Salinas de Gortari. El auge de las maquiladoras chinas y el surgimiento de la violencia en Morelos provocaron el fracaso de esas “maquiladoras” que en su presentación se advirtió que generarían la creación de un importante número de fuentes de empleo formales. Con aquella determinación el gobierno estatal inició un fuerte enfrentamiento con los empresarios locales de la industria de la confección, quienes fueron desplazados del gobierno hasta como proveedores de los uniformes de policías y burócratas.
La crisis de 1994 provocó un descenso en las actividades económicas de Morelos. Luego del auge por el arribo de un importante número de pobladores, la disminución en el consumo de productos en todo el país afectó de forma singular a Morelos. Muchas casas de descanso fueron entregadas a los bancos para cubrir créditos para el sostenimiento de empresas en otras entidades. Un ejemplo del efecto de esa crisis fue la entrega del Hotel Casino de la Selva a la Secretaría de Hacienda como parte de un adeudo fiscal.
Ese inmueble fue adquirido por un consorcio que planeó la construcción de un desarrollo que se frustró por la crisis de 1994-95; se entregó a la Secretaría de Hacienda, y el inmueble se licitó y se dio al consorcio departamental que luego de un conflicto social logró desarrollar ahí uno de sus negocios. Ese ejemplo se generalizó con un importante número de propiedades en toda la entidad.
Esa crisis y la inseguridad provocaron el primer éxodo de empresarios morelenses y avecindados en Morelos después del terremoto de 1985 hacia los Estados Unidos y otros lugares, con el consiguiente cierre de empresas y pérdidas de fuentes de empleo. Al final de aquella administración, el distanciamiento entre la iniciativa privada y el gobierno quedó reflejado en el resultado electoral del 2000.
EL CAMBIO 2000 Y LAS INVERSIONES
Los hombres de negocios en lo individual y a través de sus organizaciones habían expresado la necesidad de que el PRI concluyera los 70 años de gobierno que celebraba en aquel momento, para dar paso a una autoridad con una visión más moderna y acorde con los retos del tercer milenio; consideraron que el Partido Acción Nacional cumplía los requisitos indispensables para enfrentar aquella tarea. El candidato a la presidencia era un empresario que difundía los logros de su administración al frente del estado de Guanajuato.
Vicente Fox inició un proceso de precampaña varios meses antes de los que marcaba la ley. El PRI realizó una consulta abierta entre Roberto Madrazo y Francisco Labastida, que terminó por dividir a los grupos de ese instituto. El PRD nominó otra vez a Cuauhtémoc Cárdenas. El resultado final dio un margen de más del 5 por ciento al ex mandatario estatal panista.
En aquella elección, en Morelos, triunfó Sergio Estrada Cajigal, quien dejó satisfecha a la sociedad morelense con una gestión prudente en lo administrativo y con un creciente contacto social, lo que generó el triunfo del ex alcalde, quien contó con el apoyo de los empresarios locales que observaron y reconocieron un prudente manejo del erario público que se comparó con denunciados excesos y demandas de “comisiones” de funcionarios priistas.
MADRUGUETE LEGISLATIVO
El joven empresario Tito Sagahon denunció, semanas antes de rendir protesta como legislador por el PAN, que en el Congreso se vivía una “diarrea legislativa”. Así calificó la serie de modificaciones que a las atribuciones legales y administrativas del Poder Ejecutivo realizaron los 25 diputados no panistas para disminuir las atribuciones del futuro gobernador.
Estos ajustes, que paulatinamente fueron modificándose, provocaron que el nuevo gobierno modificara su programa de trabajo desde su estructura central, lo que provocó que los proyectos económicos con los que pensaba comenzar la administración del también socio de Canacintra se pospusieran. Cabe recordar que en aquel gobierno participó el presidente de aquella representación industrial, Eduardo Becerra, para integrarse como secretario de Gobierno; posteriormente se integró a la Secretaría de Desarrollo Económico, Gabriel Haddad, ex presidente de Coparmex.
Los logros económicos de la última década se limitan al intento de impulsar algunas agroindustrias en la primera sección, que tuvieron poca continuidad en el actual; se dejó de apoyar a los productores de refino, se continuó con las plantas ornamentales y se concluyeron las presas iniciadas, así como la construcción de un gran centro comercial y varias tiendas de autoservicio y departamentales por diversos puntos de la entidad. También ha mostrado un crecimiento económico la educación privada en tanto que las escuelas de español para extranjeros han disminuido su presencia a su mínima expresión.
El actual gobierno, asegura el secretario de Desarrollo Económico Rafael Tamayo, ha impulsado el surgimiento de las actividades productivas vinculadas a la tecnología de punta, que tienen como característica la generación de empleos altamente calificados que ofrecen salarios decorosos a quienes ingresan a esas actividades. En los últimos meses, diversas empresas han ampliado sus plantas en Civac y en la región oriente.
Se han impulsado actividades turísticas, deportivas y culturales que incrementan los empleos en el sector servicios. Y el cierre gubernamental en lo económico será revisado por los empresarios y los trabajadores.
PERSPECTIVAS ECONÓMICAS
Rodolfo Becerril Straffon advierte que desafortunadamente México está viviendo varias tragedias. Pese al esfuerzo de muchos, está catalogado como uno de los países que ha perdido calidad de vida y ha sido reprobado en 9 de los 11 indicadores que la OCDE utiliza para medir el índice de mejor vida: gobierno, medio ambiente, comunidad, salud, vivienda, empleo, ingreso, educación y seguridad. Destacó que en materia de gobernabilidad, en el rubro de estabilidad política y ausencia de violencia, estamos peor que hace diez años y muy por debajo, por ejemplo, de países como Bahamas y Namibia.
La corrupción ya no es sólo un fenómeno, es cáncer incontrolable. La incidencia delictiva crece en promedio anual 14.8%. La economía por el contrario no crece lo suficiente y cuando lo hace, lo hace de manera muy desigual y precaria.
El ex senador priista y ex secretario de Desarrollo Económico agrega: “Si a ello añadimos la ausencia de liderazgos, el enorme desprestigio de los partidos políticos y de los políticos, su divorcio de la ciudadanía, sus convulsiones internas más los signos de ingobernabilidad, pareciera no haber espacio para el optimismo”.
Otro de los problemas es que la ideología se ha vuelto un ejercicio académico del que los políticos están al margen y la política se ha limitado a la lucha por las preferencias electorales a través de las encuestas, las movilizaciones artificiales o la presencia mediática. El escenario fantasmagórico es el embate a la lealtad. Muchos del PRI se volvieron panistas; los del PAN, aunque no se hubieran cambiado de partido, se convirtieron en priistas y los del PRD se volvieron tribus, muchas de las cuales son ahora obsecuentes con quienes antes criticaban.
Nuestro estado no la está pasando nada bien. Su población ha crecido en exceso. Su campo y su agricultura desfallecen. Sus órganos de representación son frecuentemente cuestionados, concluye el doctor en Economía.
En 1982, con Miguel de la Madrid, durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari y hasta el presidente Zedillo, se impulsó el programa neoliberal que pretendió la reducción del gasto público, el combate a la inflación, la estabilidad financiera y el fortalecimiento del ahorro interno. Se propuso reemplazar al Estado obeso y sustituirlo por uno fuerte y eficiente. En adelante, el empresariado nacional sería el encargado de reactivar y llevar a cabo el nuevo impulso económico del país. Esta reorientación consolidó la posición del gobierno para una radical apertura comercial y el establecimiento del tratado de integración económica con los Estados Unidos y Canadá
Este modelo ha sido fuertemente criticado porque presenta buenas perspectivas macroeconómicas, pero es fatal a niveles microeconómicos. Se pasó de un Estado obeso, a uno inoperante.
El planeta inicia un proceso de ajustes financieros, consecuencia de decisiones que afectaron los procesos económicos globalizados y reducen las expectativas de satisfacción de necesidades de algunos sectores de la población que requieren elevar su calidad de vida.
En Morelos, la elección concurrente genera el desdibujamiento de perspectivas políticas locales, lo que provoca que tampoco se realicen proyectos económicos ante la incertidumbre del proyecto federal en la materia. Por ello, hoy los empresarios inician una etapa de redireccionamiento de su relación con los institutos políticos y con quien será el próximo gobierno.
El Consejo Coordinador Empresarial rinde protesta en los primeros días de septiembre; culmina su gestión un año después, cuando ya se conozca quién será el próximo gobernador, quiénes serán los próximos 33 alcaldes, el nombre del electo presidente de la república y quiénes se integran a partir del 1 de septiembre al Senado por Morelos, al Congreso de la Unión representando a la entidad, y a la Cámara local, incluyendo en sus proyecto las intenciones económicas de un sector empresarial que simpatiza con todas las fuerzas políticas.